Rosalia Guerra es de Las Lomitas. Al tener diabetes su embarazo fue de riesgo y requirió muchos cuidados. La mujer transcurrió la gestación acudiendo a controles médicos tanto en el nosocomio de su localidad como en el Hospital de la Madre y el Niño. Hoy su bebé, que nació con poco más de un kilogramo, está listo para ser dado de alto y viajar a su ciudad a ser presentado al resto de su familia.
“Hace dos meses y medio que mi bebé está internado en el servicio de Neonatología de este hospital, ya que nació prematuro con 27 semanas de gestación y pesó 1100 gramos”, contó.
“Yo soy diabética y ese fue el problema de fondo siempre, estaba constantemente yendo y viniendo de los hospitales, tanto al de Las Lomitas como a este hospital donde me hacían todos los controles y me atendían muy bien además de brindarme contención. A los dos meses de gestación ya me derivaron acá porque tenía muchos riesgos de perder el bebé o sufrir algún problema mayor”, especificó.
Contó que se pasó mucho tiempo internada, “más que nada para tener controlado no solo el embarazo sino también la diabetes, ya que si esta no se controlaba, me explicaron los médicos, era muy posible que mi bebé pudiera nacer con problemas de salud o que yo puede sufrir complicaciones graves”.