Una meticulosa labor que comprende desde mantenimiento de los equipos de bombeo y de las barreras anti-inundaciones, hasta un monitoreo permanente y en tiempo real de la altura de los ríos y riachos de la zona mantiene activado el estado provincial.
Todo lo antes descrito forma parte de los mecanismos de prevención que se dispone para actuar ante inclemencias climáticas severas y crecidas del Río Paraguay o sus afluentes, manteniendo a resguardo a los más de 300 mil vecinos de la ciudad a través de un extendido complejo de defensas y sistema de bombeo.
Desde el ministerio de Planificación, Inversión, Obras y Servicios Públicos (MPIOySP), el ingeniero Juan Andrés López, titular de la Unidad General de Contralor, recordó que “en esta ciudad se cuenta con una gran extensión del sistema de defensas, que a lo largo de 32 kilómetros forman un anillo de contención que mantiene a las aguas alejadas de las zonas habitadas”.
Amplio diciendo que “así también contamos con 15 estaciones de bombeo ubicadas en diferentes y estratégicos puntos de la ciudad. Estas que se activan en momentos de inestabilidad climática, con el objetivo de escurrir de forma inmediata la gran cantidad de agua caída en los períodos de torrenciales lluvias. En cada una de ellas se cuenta con un equipo de bombeo (eléctrico o de combustión) y un descargador con compuerta”, expuso.
“A través de diferentes organismos como Vialidad Provincial, UPCA (Unidad Provincial Coordinadora del Agua) y la subsecretaría de Obras Públicas, se trabaja en el mantenimiento de todo el sistema de protección de la ciudad”, señaló López.
Lo mencionado forma parte del “accionar constante que se viene haciendo, no solamente en los períodos de grandes lluvias. Contamos con un equipo técnico y cuadrillas de trabajadores que ejecutan tareas en cada una de las estaciones de bombeo para mantenerlas en condiciones”.
Como ejemplo aludió se procede al sustento de las estaciones de bombeo y, en algunos casos, a la sustitución de las máquinas, colocando nuevas electrobombas que sustituyen a las que funcionan a motor de combustión, como se hizo en el barrio San Juan Bautista.
Al igual que “se hace un mantenimiento de los cuencos aledaños a estas estaciones, con desmalezados y limpieza periódica para lograr un correcto drenaje de las aguas que se depositan allí provenientes de distintos sectores, asegurando así su rápido drenaje por parte de las bombas”.
Esta limpieza se debe a dos cuestiones: “evitar la proliferación de vegetación acuática y mantener alejados los residuos domiciliarios. Ambos elementos cuando se depositan en exceso producen taponamientos en el sistema de drenaje, complicando el accionar de las bombas de succión y las cañerías, hasta incluso provocar daños en ellas”.