El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicó el día miércoles el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de abril, que alcanzó un aumento del 3,4 %. Con los datos informados, en los últimos doce meses la suba del costo de vida acumula un incremento récord del 55,8 %.
El Ombudsman Provincial Dr. José Leonardo Gialluca, denunció que “estamos absolutamente en contra de lo expresado por Guido Sandleris -Presidente del Banco Central- quienafirmó que, «la inflación ha retomado un sendero descendente, pero sigue siendo alta”.
Desde el Organismo de la Constitución se señaló, “que la inflación en alimentos es la que más creció en los últimos 12 meses, alcanzando un 66,2%”. Es por esta situación que en la región del NEA en este primer cuatrimestre del 2019, los precios aumentaron un 18%, en el NOA un 17% y no podemos dejar de considerar que somos parte de las regiones más postergadas por el Gobierno Nacional, quien al haber paralizado totalmente las diferentes obras públicas, ha hecho que crezca el desempleo a niveles nunca vistos y con el agravante de que la alza de los impuestos, más los tarifazos en los servicios públicos como la energía eléctrica, han llevado al cierre de miles de comercios y PyMEs. Actualmente la región con menos inflación en este primer cuatrimestre del año es la Patagonia con un 14,6% y en el Gran Buenos Aires en línea con la inflación nacional, la suba de precios en el mismo periodo alcanzó el 15,5%.
Gialluca añadió que, el intento del Gobierno Nacional para frenar la escalada inflacionaria de congelar precios de algunos productos básicos y tarifas de servicios públicos, “han sido solamente buenas intenciones, que no han podido concretarse en beneficio de la economía de los hogares Formoseños, quienes hoy destinan el 100% de sus ingresos a la adquisición de lo que pueden obtener de alimentos, medicamentos y facturas de servicios públicos, sin dejar de mencionar el gran endeudamiento en tarjetas de créditos, préstamos y otros que poseen los mismos”.
Denunció el Defensor del Pueblo que estos niveles de inflación, han causado un profundo daño en todo el tejido social de nuestra Comunidad, especialmente en los sectores más humildes, en los desempleados, en los cuentapropistas, y hasta en los propios empleados públicos y privados, que no encuentran, “en las góndolas los precios esenciales y tenemos la paradoja de poder observar que varios alimentos se ofrecen por debajo de los valores de referencia fijados por el Gobierno Nacional”.
Es por ello que, cada día son más los sectores empobrecidos por la actual política económica y social del Gobierno Nacional, en donde las familias destinan la totalidad de sus escasos ingresos a la compra únicamente de lo que necesitan para comer y a servicios básicos, volcándose a los hospitales públicos provinciales, a los comedores escolares, merenderos, casas de la solidaridad, asociaciones y fundaciones, donde encuentran la contención social necesaria. Es inentendible que en el mes de abril, los lácteos y quesos hayan tenido una estrepitosa alza del 16%, la manteca de un 10%, las salchichas de un 8,6%, los fideos guiseros de un 9%, la leche en sachet que es un alimento esencial para los niños han escalado por encima de un 7% y todo esto se relaciona con el último informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica (UCA), que señaló que en el último año, 600 mil niños y niñas entraron en la pobreza y advirtió además el aumento del déficit alimentario, del desempleo, de los hacinamientos y de una creciente franja de la población que no pueden acceder a los medicamentos esenciales para su salud. Gialluca afirmó que esta caída drástica en el nivel de vida de la población trabajadora, es consecuencia directa de las políticas de ajustes que lleva adelante el Gobierno Nacional, donde no pueden controlar ni la inflación y menos aún el dólar, “pero sí defienden y sostienen a rajatabla los Acuerdos firmados con el FMI, y garantizan importantísimas ganancias a los especuladores, a las productoras de alimentos, a los laboratorios nacionales y extranjeros, además de todo el sector bancario y financiero”.
Por ello se solicitó a varias esferas de Nación que se implementen de manera inmediata, medidas para contener o bajar el precio de los alimentos, controlando y fiscalizando toda la cadena de producción y comercialización, siendo primordial ante la promesa electoral de, “Pobreza Cero”, por lo menos que se disminuyan o eliminen todos los impuestos sobre: alimentos, servicios públicos (electricidad, gas, agua, etc.), y los combustibles. Esto es cuando hablamos de impuestos nos referimos al,: IVA, Impuesto al Cheque, Sellos, Impuestos Internos, etc. y así poder recomponer en algo el -poder de compra- de los asalariados, jubilados, pensionados, ya que las familias están actualmente sobreviviendo, los comerciantes, las PyMEs y las empresas no dan más y no podemos continuar aplicando siempre las mismas recetas económicas del FMI que son las del ajuste, la devaluación, y de una vez por todas lograr, “que los alimentos y los medicamentos tengan un precio real, razonable y justo, pues hoy y desde hace tiempo, más del 50% del valor de los mismos lo constituyen únicamente impuestos y esas grandes sumas de dinero, se las lleva directamente el Estado Nacional sin coparticiparlas debidamente”.