Pese a que Nación homologo las emergencias agropecuarias declaradas en la provincia en los años 2017 y 2018, “Formosa no tuvo los beneficios de aportes establecidos en la ley en todo este tiempo”, con lo cual el escepticismo nuevamente reina en el sector productivo local.
Y lo antes señalada fue certificado por el subsecretario de Producción Sustentable, Alejandro García, quien este jueves presidiera la reunión de trabajo en el seno de la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria.
Alrededor de medio centenar de representantes de instituciones productivas en lo ganadero y agrícola, lo propio con sectores forestal y la apicultura, además de los técnicos de diferentes organismos públicos nacional y provincial, se dieron cita en la sede del Fonfipro para analizar la crisis agropecuaria a partir del exceso hídrico.
“Se avanzo en los próximos pasos administrativos de llegar a la emergencia agropecuaria en el caso de que se den las condiciones a partir de las conclusiones que saquemos de todos los informes técnicos. Llegar a esa decisión depende de los resultados de toda la información y relevamientos finales completos”, explico el subsecretario.
Dijo que “hay que tener en cuenta que la Ley de Emergencia Nacional Agropecuaria prevé que debemos tener pérdidas superiores al 50% para declarar una emergencia y mayor al 80% para establecer un desastre agropecuario”, esclareció.
Expuso que “los datos preliminares con la crecida de los ríos Paraguay y Pilcomayo, desbordes de riachos y del bañado La Estrella, nos dan una superficie mayor al millón de hectáreas anegadas. Esto afecta a la ganadería y algunos cultivos, sobre todo con las lluvias de los últimos meses muy por encima de la media normal que hizo que determinados sembradíos se vean perjudicados, y es lo que se establecerá en qué grado y donde”.
Contrasto que “en el caso del agro hay que ser muy precisos, a partir de que si tomamos por ejemplo el maíz, cultivo sembrado en segunda en una superficie muy importante, los que corresponden a las zonas centro y sur están en excelentes condiciones, y los del norte están muy afectados”. Indico que lo mismo ocurre con la batata y mandioca, pero hoy hablar de que están totalmente perdidos es muy apresurado, muchos caminos recién están dando para que ingresen los técnicos y puedan hacer los relevamientos precisos.
“El mismo escenario en torno a la ganadería, dentro de ese millón de hectáreas anegadas seguro habrán perdidas, ventas forzosas y mortandad, pero hay que evaluar las condiciones particulares de cada productor”, aclaro.