Hace unos meses, se viralizó un video donde el pequeño de cuatro años repetía la famosa arenga del Padre de la Patria antes de la Batalla de Chacabuco: “Seamos libres que lo demás no importa nada”. Ayer se puso en la piel de su ídolo para conmemorar el aniversario de la muerte del general. Retrato de la pasión de un chico que dejó los superhéroes tradicionales por el gran héroe argentino.
La explosión de popularidad se notó este sábado durante los actos
conmemorativos al 169 aniversario del paso a la inmortalidad del Padre de la
Patria, cuando todos los presentes en la plaza que lleva el nombre del héroe
máximo se acercaron para compartir una selfie con el pequeño.
Israel juega a los superhéroes. Se sube el tobogán de la plaza General San
Martín de Formosa, pone su mano de visera y mira al vacío como contemplando
desde lo más alto de una montaña (o una cordillera) al enemigo que acecha. Entonces,
levanta su puño (a veces tiene un sable corvo) y deja la otra mano sobre su
cintura en una posición erguida perfecta.
Cualquiera pensaría que está a punto de lanzar el grito de guerra de Buzz
Lightyear: «Al infinito y más allá». O la famosa frase de Woody, su
camarada en Toy Story: «Hay una serpiente en mi bota». Pero el chico
de cuatro años sorprende con la frase –quizá la más popular– de su superhéroe
favorito: «¡Seamos libres que lo demás no importa nada! ¡Viva la
patria!».
Israel es el niño que saltó a la fama hace dos semanas cuando su papá lo filmó
mientras visitaba el monumento al general Don José de San Martín en la plaza
central de su ciudad. «Me transformo en San Martín», decía el nene
mientras subía su brazo imitando a la imponente estatua que mira hacia el Norte
del Continente. Después repetía la máxima de Don José y le declaraba su amor:
«Lo llevo en el corazón».
La pasión de este niño por
el Libertador de América es inconmensurable. Hace unos días, Israel pasó por la
puerta del cine de Formosa con sus padres, María José y Daniel Costa. Había una
cola interminable para ver El rey león. «¿Querés ir al cine a
verla?», le preguntaron. «No, llévenme a la plaza a visitar al
general», les respondió.
“Siente una pasión descontrolada por este prócer, está las 24
horas con la marcha de San Lorenzo, la arenga de de la batalla, jugando a San
Martín”, dice su papá
“Siente una pasión descontrolada por este prócer, está las 24
horas con la marcha de San Lorenzo, la arenga de de la batalla, jugando a San
Martín”, dice su papá
«A él siempre le gustaron los superhéroes. Pero, cuando
empezó a preguntar por San Martín y supo que había sido una persona de carne y
hueso no lo pudimos parar más. Siente una pasión descontrolada por este prócer,
está las 24 horas con la marcha de San Lorenzo, la arenga de de la batalla,
jugando a San Martín», explica Daniel. ¿Si tiene algún otro ídolo?
¿Spiderman? ¿Batman? «El sargento Cabral, que era moreno, y le salvó la
vida a Don José», suele decir el niño.
Es que, mientras la mayoría chicos prenden la tableta para
ver a Peppa Pig, PJ Mask o las películas de Pixar, Israel le da play a
Revolución, el Cruce de los Andes, el largometraje donde Rodrigo de la Serna se
mete en la piel del Libertador de América: «Y se sabe todos los diálogos
de memoria», apunta la mamá, que también cuenta que el chico escucha una y
otra vez los podcasts del historiador Felipe Pigna en Youtube.
“Cuando se viralizó el video muchos nos felicitaron por la
educación y los valores que le dimos a Israel. Pero la verdad es que él se
motivó solo, no podemos robarnos ese mérito”, acepta el papá
“Cuando se viralizó el video muchos nos felicitaron por la
educación y los valores que le dimos a Israel. Pero la verdad es que él se
motivó solo, no podemos robarnos ese mérito”, acepta el papá
¿Qué hicieron ellos para que su hijo mostrara esa devoción
por el que quizá sea el prócer preferido de los argentinos? «Cuando se
viralizó el video muchos nos felicitaron por la educación y los valores que le
dimos a Israel. Pero la verdad es que él se motivó solo, no podemos robarnos
ese mérito», acepta Daniel.
Los papás de Israel no paran de sorprenderse con las salidas
y con el intelecto de su hijo. En sus primeros meses de vida tuvieron que estar
muy atentos porque el nene nació un tiempo antes con desnutrición fetal por una
arteria que se tapó en el cuerpo de la madre: «Gracias a Dios no sufrió
ninguna consecuencia. Es un chico con una actitud muy independiente y siempre
tuvo esta personalidad súper extrovertida».