El gobernador Gildo Insfrán resaltó la necesidad de volver a la cultura del esfuerzo y el trabajo imitando a los pioneros que se afincaron en la región noreste de la provincia, muchos de ellos oriundos del vecino Paraguay obligados por los vaivenes políticos, y valorizó el efecto positivo del Programa de Asistencia Integral a los Pequeños Productores Agropecuarios (PAIPPA) que lanzara hace 23 años en General Belgrano porque contribuyó a evitar que los pobladores emigrasen de sus tierras y que se afincaran definitivamente en ellas.
Dijo que el PAIPPA es un proyecto que hizo posible que en la actualidad en el interior de la provincia y sobre todo en el campo existan niños, jóvenes y adultos que en otras épocas no ocurría porque abandonaban sus tierras.
Lo valoriza porque clarificó que el PAIPPA no es solamente un programa productivo, sino que incluyó la construcción de viviendas rurales, la regularización de la tierra, la salud y la educación “si hasta nos dimos el lujo de tener facultades”.
El mandatario se expresó así al hablar en el acto central celebratorio del primer centenario de Buena Vista en una ceremonia en la que rindió homenaje a los familiares de los primeros pobladores, quienes recibieron plaquetas recordatorias que decidió entregarles el presidente de la Comisión de Fomento lugareña, Rubén Pereyra.
Dijo que había tenido el privilegio de conocer a muchos de los fundadores y sus descendientes y que todos ellos se establecieron sin necesidad de subsidios ni contribuciones especiales, sino que sostuvieron sus hogares con la fortaleza del trabajo cotidiano y la expectativa de avanzar hacia un futuro mejor.
Considera Insfrán que las localidades y colonias de esa zona norte de Formosa no deben ser consideradas separadamente, ya que conforman un todo porque los pobladores que las habitan se conocían, convivían periódicamente en espacios diferentes y procuraron vencer las adversidades geográficas para planificar la evolución de todas ellas, reconociendo que la presencia de la escuela fue un factor de convocatoria para esa corriente humana que se movilizaba.
Una historia común
Opinó Insfrán que cuando se habla de historia no puede circunscribirse solamente a la de Buena Vista, al considerar que “hay una historia común de toda la zona norte ya que todo tiene que ver con todo”.
Un repaso de ella, señala, revela que “las primeras rutas fueron los ríos, por eso cuando se sanciona la ley de colonización, los picaros de siempre de la Capital Federal –los porteños- se adueñaron prácticamente de todas nuestras tierras y así los centros más poblados comenzaron a ser sobre el río Paraguay, sobresaliendo aquí la colonia Bouvier, donde llegaron a funcionar las primeras escuelas”.
Consignaba que cuán importante habrá sido Bouvier que en esa colonia, existían dos escuelas primarias, una de las cuales trasladaron en 1914 a la Laguna Blanca, que después fue la escuela N°22.“Antes se trasladaban porque cuando se terminaba el trabajo y la gente se acomodaba en otro lugar la escuela la seguía a la gente”, memoró.
También aludió al punto de referencia que fuese Puerto Pilcomayo porque allí llegaban los barcos y funcionaban las oficinas nacionales.
Muchos dueños
Siempre en alusión a la zona norte, dijo el Gobernador que esas tierras en los papeles tuvieron muchos dueños y los únicos que estaban en la tierra no eran sus propietarios, lo que dificultaba que la gente se afincara.
Menciono, además, que Formosa tuvo distintas corrientes colonizadoras, una de las cuales fue en el centro oeste con la construcción del ferrocarril y después la del río Bermejo, la de la misión franciscana de Laishí, mientras que por el río Pilcomayo llegaba hasta 1901 la de Misión Tacaaglé.
Comparativamente con los pueblos del oeste que desde el principio tuvieron fechas de fundación por las referencias del Gobierno Nacional en base al avance del ferrocarril en la zona norte resulto dificultoso reunir las documentaciones que certificasen el origen de todos ellos.
También mencionó que en las épocas de territorio nacional la adjudicación en propiedad de las tierras mejores, sobre todo las que están en las proximidades del río Paraguay, las realizaba el Gobierno central, lo que fundamenta las razones por las escasas poblaciones existentes en la franja este de la provincia donde se distribuyeron enclave privados como los de Bouvier o La Emilia, entre otros.
“Yo también me siento parte de Buena Vista”, manifestó con visible emoción al tiempo que mencionaba las visitas que su padre Miguel realizaba a su amigo Santiago Gamarra, sobre todo para las festividades que organizaban para cada 18 de octubre los pobladores que llegaron desde el Paraguay perseguidos por su ideología.
No olvidar la historia
Manifestó que cuando hablamos de la historia propia de esa región es imposible hacerlo sin reconocer que, como consecuencia de los vaivenes de la política del vecino país Paraguay, toda esta zona se fue poblando por paraguayos que venían corriendo o expulsados del hermano país y otros buscando nuevos horizontes.
“Imaginen qué audaces que eran porque en esa época ellos no conocían la palabra subsidio, ellos tenían que trabajar. Nuestros padres eran héroes, no tenían sueldo de nadie, ellos tenían que trabajar todo el día para producir para el sustento diario. Y esa es la cultura del trabajo y el esfuerzo, esa es la cultura del trabajo que tenemos que recuperar, yo sé que los formoseños estamos dispuestos”, reflexionó.
Finalmente, exhortó a no olvidar la historia en el entendimiento que “los pueblos que olvidan de su historia y su cultura terminan desorientados, razón por la cual vamos a seguir insistiendo en arraigar nuestras costumbres culturales”.