En vistas al número diario de personas infectadas con coronavirus en todo el mundo, desde la cartera de salud provincia continúan insistiendo en la importancia del lavado de manos frecuente con agua y jabón, como pilar fundamental para prevenir la propagación de este virus.
Lavarse correctamente las manos previene enfermedades respiratorias infecciosas a causa de bacterias como el COVID-19, la gripe o la neumonía, y de enfermedades gastrointestinales como la diarrea. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que un lavado frecuente implicará padecer menos enfermedades.
Por tanto, realizar esta acción preventiva es la medida esencial y básica para impedir la transmisión de virus o bacterias a través de utensilios de uso común, al estar en contacto con picaportes, celulares, dinero, canillas, barandillas de las escaleras, entre otros.
En cuanto al alcohol en gel o al desinfectante recordaron que este debería ser un complemento del lavado de manos, pero no utilizarlos cuándo estas estén visiblemente sucias, sino como sustituto al estar fuera de la casa y no tener al alcance agua y jabón.
Para lavarlas de forma efectiva, explican, tiene que hacerse con suficiente agua limpia y jabón. Deben refregarse entre 40 y 60 segundos, luego enjuagarse. El uso de jabón es particularmente importante para lavarse de forma efectiva, ya que se reduce significativamente la presencia de microbios (virus y bacterias) en las manos.
Sin embargo, algo que generalmente se pasa por alto es la importancia del secado de las manos, algo que es integral en una limpieza efectiva. El secado de las manos no sólo elimina la humedad, también involucra fricción, que reduce aún más la carga microbiana y la transferencia de microorganismos.
Por ello, si bien es importante secarse las manos de forma adecuada donde sea que esté, las toallas de papel son siempre la opción de preferencia, para luego poder descartarlas.
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