El 12 de mayo se habilitó la actividad comercial en el horario exclusivo de atención al público de 14 a 20 horas. La gente respeta la necesidad de permanecer en sus casas y es poca la afluencia de personas en la Peatonal Rivadavia. Todos con barbijos y cumpliendo la distancia social
A poco más de una semana de habilitarse la actividad del comercio minorista, en el microcentro de la ciudad capital hay poco movimiento de personas, quienes en su mayoría cumplen con las medidas sanitarias en cuanto al uso obligatorio del barbijo y el distanciamiento social, en el marco de la emergencia sanitaria en la Fase 4 de la pandemia del COVID-19.
En tal sentido, el Gobierno provincial tomó la decisión de que los comerciantes abrieran sus puertas de lunes a viernes en el horario de 14 a 20 horas; mientras que los sábados de 9 a 13 horas y de 16 a 20 horas.
Esta modalidad, según indicó la propietaria de la boutique NYAN, ubicada en la Peatonal Rivadavia, Gabriela Padrón «lo adaptamos de 17 a 20 horas en la semana en nuestro comercio, debido a que a la siesta la gente habitualmente no sale a hacer compras, mientras que a la mañana tenemos el servicio de delivery».
También hizo mención a la importancia del uso de las redes sociales, Facebook, Instagram, WhatsApp. “Estamos manteniéndonos actualizados y respondiendo las consultas de los clientes a través de todos los canales digitales”, precisó.
En tanto, desde otra tienda de ropas, un vendedor, sostuvo que «este rubro es el más complejo que hay en cuanto a la atención al público». En tal sentido, indicó el protocolo que se sigue: «Previo a ingresar al negocio, se le toma la temperatura al cliente, luego se le coloca el alcohol en gel; después recién un vendedor tomando la distancia de dos metros le consulta qué está buscando específicamente». De esta manera se evita que la gente toque las prendas, algo que está prohibido, al igual que utilizar los probadores.
Asimismo, precisó que «se habilita a pasar una persona por vendedor, para así estar atento a lo que hace el cliente», sobre las estrictas medidas.
Consultada una señora que transitaba por la Peatonal, sostuvo: «Hay poca gente transitando, debe ser porque toman los recaudos en medio de esta pandemia del coronavirus, y en todo caso salen para hacer las compras de los alimentos», en alusión a la poca circulación que se observa en las calles del microcentro.
Graciela Padrón, consultada sobre las dificultades económicas que significó el cierre del comercio por más de 50 días, opinó: «En mi caso, con esta apertura estoy poniendo en liquidación las prendas de otoño-invierno que tengo, para al menos salvar algunos gastos debido a que aún no pude cumplir con los proveedores. Trato incluso de vender la ropa al público al costo o por debajo de lo que compre, porque es un momento delicado el que estamos pasando».
En ese contexto, manifestó que presentó la documentación solicitada para los préstamos que otorgó el Estado Nacional a las PyMES para paliar la crisis, «lo cual es una ayuda muy importante», significó.