Respecto del coronavirus y los niños, explicó que “se ve que si bien se contagian, los síntomas son más leves y las complicaciones generalmente se dan en los que tienen patologías de riesgo o de base”
La médica infectóloga y pediatra Alejandra Bontcheff, asesora del Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19 de Formosa, remarcó que “al tener un aislamiento social estamos prolongando el pico de contagios”, destacando que ello se debe a que “tuvimos esta conducta tan temprana en Argentina, lo cual no sucedió en otros países”.
En un primer término, analizó el comportamiento del virus en los niños. “La enfermedad mantiene el patrón que está teniendo con respecto a los niños. Se ve que si bien se contagian, los síntomas son más leves y las complicaciones generalmente se dan en los que tienen patologías de riesgo o de base, ya sea inmuno-supresión o algún problema respiratorio crónico o cardíaco. Pero por suerte la tasa de letalidad que sería la mortalidad es muy baja en este grupo de edad”.
“A nivel mundial, la mortalidad por coronavirus en niños es 0,2%, comparado con el otro extremo de la vida, los adultos mayores, que son los que más se ven afectados”, puntualizó.
En esa línea, indicó la doctora Bontcheff que “los niños se enferman por otros coronavirus frecuentemente que les provocan resfríos, rinovirus y demás. Pero en toda esta cuestión con este virus es que todavía no tenemos todo en concreto, estamos estudiándolo en el camino”.
“La mayoría de los médicos lo estamos conociendo más ahora, es decir, se está escribiendo la historia del virus”, hizo notar, precisando que “comparado con los otros, tiene un comportamiento epidemiológico diferente. Si bien en un comienzo se creía que iba a ser similar, porque la transmisión lo es, se vio que el poder de contagio es mucho mayor que el de la influenza, tiene poblaciones a las que afecta diferente. El coronavirus posee un comportamiento diferente y una persistencia en superficies más prolongada que la influenza”.
Curva de contagios
Consultada sobre la curva de contagios en el país, la profesional pormenorizó: “El pico de contagios que se está esperando y que se viene prolongando es cuando uno considera que comiencen a circular todos los virus respiratorios, que generalmente se nos da todos los años con la influenza, el virus sincicial respiratorio (VSR) y todos los virus que provocan enfermedades respiratorias en la población de niños y adultos, lo cual se da en junio con la llegada del frío”.
Puso de relieve que “todo ello se da en una situación normal, tenemos clases, nos juntamos en todos lados, nos hacinamos, mientras que acá estamos en un aislamiento social, preventivo y obligatorio hace mucho tiempo, lo cual corta la cadena epidemiológica de todos los virus, no solamente el coronavirus, y hace que en esta época donde muchos ya nos habíamos resfriado o engripado que no lo hagamos”.
“Al tener un aislamiento social estamos prolongando el pico de contagios –enfatizó-. Estamos en una meseta e inclusive los epidemiólogos están diciendo que quizás no tengamos el pico, que esto sea una meseta y después comencemos a descender, porque además tuvimos esta conducta tan temprana en Argentina, lo cual no sucedió en otros países”, recalcó.
Dengue
Respecto del dengue, la doctora Bontcheff remarcó que “ya no nos podemos quedar tranquilos con que pasen a fumigar, tenemos que eliminar nuestros criaderos, esto es fundamental porque la fumigación espacial o domiciliaria mata las formas adultas (del vector), pero las larvas quedan en la casa”.
En tal sentido, recomendó “dos veces por semana hacer un recorrido por la casa, buscar recipientes, planteros donde se acumula agua, darlos vuelta, cortar el pasto y también usar repelentes. Esto es fundamental. Tiene que ser un hábito así como lavarnos las manos. Sobre todo, a la mañana temprano y a la tardecita. Después usar telas mosqueras, mosquiteros, etcétera. Esa es nuestra vacuna”.
Sobre los serotipos puntualizó que “el que está circulando en nuestra población es el tipo 4, que es el que apareció este año, que vino desde Paraguay y demás. Antes tuvimos los tipos 1 y 2. Por ello hay que confirmar que uno tuvo dengue porque a futuro, cuando podamos contar con la vacuna, va a ser importante saber qué tipo hemos tenido, ya que cuando se vuelve a tener la enfermedad a posibilidad de complicaciones es mayor”, finalizó.