La comunidad educativa está organizada en turnos para la asistencia de los estudiantes, bajo estrictas normas de bioseguridad, según el protocolo por la pandemia de Coronavirus.
Se trata de la Escuela N°208 “República del Líbano” y el Jardín de Infantes 12 “Cantito de Amor” de la colonia de Loma Hermosa, en jurisdicción de Riacho He Hé
Agenfor llegó hasta el lugar y entrevistó a su directora, profesora Ruth Torales quien señaló que existe alegría en la comunidad por la vuelta a clases en forma semi-presencial, tras varios meses de trabajar desde el hogar.
“Volvimos ayer, es la nueva normalidad, vendrán dos veces a la semana: el primer ciclo vendrá lunes y martes y el segundo ciclo vienen miércoles y jueves, los organizamos por grupo para garantizar el distanciamiento que deben tener dentro del aula, nadie viene a la institución sin barbijo” aclaró.
Dijo que todo fue aclarado en reunión con los padres, tanto Nivel Inicial, como Primaria, donde se fijaron las nuevas reglas de convivencia.
“Los padres entendieron, preguntaron muchas cosas y la gran mayoría enviaron a sus niños, solo dos familias decidieron no enviar a sus niños, quienes igual están siendo asistidos” aclaró.
En esta “nueva normalidad” de vuelta a las aulas, cada niño asiste con barbijo colocado, alcohol en gel, su termo con agua o su vaso y además una toallita personal para el aseo.
La comunidad decidió que no existan recreos, para evitar el contacto, y dentro de las aulas existe una buena distancia entre pupitres, como se puede observar en las fotografías que ilustran esta nota.
“Los niños desayunan, hacemos una breve cartelera sobre COVID19 en esta semana, los cuidados que vamos a tener, pero ellos más que nadie lo manejan a la perfección” contó la directora.
Dijo que durante el trabajo desde el hogar, “Se implementaron los cuadernillos de Nación y los de Provincia, ningún niño dejó de ser asistidos en pandemia” y resaltó el acompañamiento familiar en cada caso.
Para la docente Liz Gómez, volver fue emocionante, porque “nos extrañábamos mucho, estamos adecuándonos al protocolo, lo que más cuesta es el distanciamiento social, porque estamos acostumbrados al contacto”.
Por su parte el maestro Miguel Sanabria dijo que todo lo vivido durante el año es “ Una experiencia nueva: primero cortar abruptamente las clases por la cuarentena, nos acomodamos a las clases no presenciales. Los docentes tenemos esa capacidad de adaptarnos a todas las situaciones, creo que la sobrellevamos bien, tuvimos más de cuatro meses con clases virtuales, cuadernillos, eso no llega a ser como estar frente a frente con los niños”.
“Ahora volvimos, estamos contentos, de vuelta en nuestra escuela, es una alegría reencontrarnos con los cuidados necesarios, haciendo una mezcla con lo presencial y lo virtual” destacó.