MODELO FORMOSEÑO
Docentes de las escuelas Nº 11 y Nº 9 del Oeste formoseño explicaron cuáles son los ejes en esta modalidad; además, aseguraron que los cuadernillos elaborados y distribuidos por el Ministerio de Educación de la Provincia permitieron la realización de numerosos proyectos educativos, con el acompañamiento de la comunidad
Las escuelas agrotécnicas Nº 11 y Nº 9 ubicadas en el departamento Bermejo -en el Oeste provincial- continúan brindado los contenidos pedagógicos a sus estudiantes a través del aporte fundamental de los cuadernillos Formosa Estudia en Casa, los cuales fueron elaborados por los docentes de esta modalidad.
Así lo indicaron la ingeniera Natalia Lupia, coordinadora zonal de las escuelas agrotécnicas Nº 11 en Pozo de Maza y Nº 9 en La Rinconada; y el director de la escuela N º11, Alberto Pino, quienes en declaraciones a AGENFOR se refirieron a la elaboración de los ejemplares educativo y al principal objetivo de las escuelas agrotécnicas: “formar buenos profesionales y buenas personas, que se puedan desenvolver en el lugar donde fueron educados para de esa manera promover el desarrollo local”.
El título del egresado de las escuelas agrótecnicas es de Técnico en Producción Agropecuaria. “Tiene un perfil muy amplio en el que pueden trabajar en diversos campos, así como formar su propia empresa, por eso la importancia de las agrotécnicas que son el motor del desarrollo local en el lugar donde están funcionando”, subrayaron.
Esto significa que “la idea es que el estudiante una vez finalizado sus estudios pueda, posteriormente en su contexto, volcar el conocimiento adquirido para de esa manera promover el desarrollo local”.
Lupia explicó la tarea de coordinar un territorio tan amplio, que incluye dos escuelas agrotécnicas, con cuatro aulas extendidas,tres de ellas pertenecen a la agrotécnica Nº 11 en Pozo de Maza y un aula en Vaca Perdida de la escuela Nº 9 La Rinconada.
En ese sentido, profundizó que en la región en la que están ubicados los dos establecimientos educativos “se busca revalorizar las técnicas productivas de las comunidades tanto criollas como aborígenes”, citando en este punto el proyecto de harina de algarroba, desarrollado por alumnos de El Quebracho en el 2011, que tuvo reconocimiento internacional en el 2014 y con un gran impacto en la provincia.
Recordó que dicho proyecto consistió “en tomar una costumbre de la comunidad wichí para luego a través del conocimiento que se da en las escuelas, poder inyectar tecnología y técnica para que esa harina de algarroba que antes se hacía con técnicas muy tradicionales, lo podamos vender como un producto seguro para la alimentación”.
Fue así que actualmente este producto forma parte de los bolsones alimentarios del Plan Nutrir.
Conectividad
La localidad de Pozo de Maza, que dista a 550 km. de la ciudad de Formosa, es una comunidad ubicada al norte del territorio provincial, yendo por la ruta 81 hasta Ingeniero Juárez y de allí 55 km. más; mientras que del río Pilcomayo está a solo 35 km. esa es su ubicación geográfica.
Allí, “fue fundamental el uso de las herramientas remotas, por lo que quiero destacar que en el Oeste provincial contamos con conectividad”, resaltó el director de la agrotécnica Nº 11, Alberto Pino, haciendo notar que fue muy importante el uso de Internet al momento de crear los cuadernillos formoseños para la modalidad agrotécnica.
“Quiero destacar el esfuerzo y la voluntad de todos los docentes quienes en este tiempo se fueron capacitando en el uso de las herramientas tecnológicas, sobre todo aquellos como en mi caso que somos más grandes y nos cuesta más adaptarnos a esta nueva era”, relató el director.
Sobre los cuadernillos Formosa Estudia en Casa, ambos entrevistados profundizaron que fue fundamental y que su confección contó con la participación de todos los actores educativos.
“Los cuadernillos se dividen en dos partes: la primera para el Ciclo Básico (1º, 2º y 3º año) es una guía para el armado de la huerta familiar y para el Ciclo Superior, el eje es la alimentación saludable, seguridad e higiene”, detallaron sobre los contenidos pedagógicos.
Los resultados
En esa misma línea, ahondaron en los avances en cuanto a los proyectos que los alumnos de las dos escuelas del Oeste se encuentran realizando en estos momentos, gracias al aporte de los cuadernillos.
“Actualmente hay más de 30 huertas hechas entre las dos escuelas agrotécnicas y el próximo paso cuando se inicie la cosecha es hacer talleres de cocina”, informó la ingeniera Lupia, haciendo hincapié que en estas actividades también participan las familias.
Asimismo, agregó que “está en marcha la construcción de un sombráculo que cuenta con el apoyo de la Municipalidad de Pozo de Maza, el Instituto PAIPPA y el Ministerio de Producción y Ambiente de la provincia; el cual tiene como objetivo la producción de plantines, como hortalizas, zapallos, y otras verduras que van a permitir fortalecer las huertas escolares”.
Inclusive es tal el avance de este proyecto que hace dos semanas se comenzó a repartir semillas en la comunidad y “hoy los chicos ya están plantando sandias, además de los plantines hortícolas en sus propias huertas”, se explayó muy contenta la ingeniera por el desarrollo del programa que se gesta a partir de los contenidos pedagógicos.
Por ello, en el final pusieron de relieve que “las escuelas agrotécnicas tiene un contacto con toda la comunidad por las tareas productivas que se incentivan a través de la educación pública”, pilar del Modelo Formoseño.