Luego de que el gobernador Gildo Insfrán habilitara el canal de alimentación de agua dulce del reservorio de Pirané, garantizando así el vital líquido para la localidad, ahora los trabajos se concentran en asistir y contener al sector productivo ante el marcado déficit hídrico que se registra en toda la región.
“Realmente estábamos padeciendo esta aguda sequía en la localidad, veníamos abasteciendo a través de camiones y no dábamos abasto. El agua llegó en el momento justo gracias al gobernador Insfrán que concretó esta ansiada obra. Estamos bendecidos porque tenemos agua en Pirané”, destacó el intendente Mario Diakosvky en declaraciones recogidas por AGENFOR.
Resaltó que el vital líquido “llegó mucho antes de lo esperado, ya que pensamos que iba a tardar ocho o diez días, pero finalmente sólo fueron dos”.
“Hoy, el servicio de agua potable se está brindando las 24 horas. El líquido llega de una manera perfecta, inclusive fuera de la periferia de la ciudad, donde hemos puesto provisiones para los tanques, y la gente está muy contenta”, subrayó el jefe comunal.
Marcó que ante la situación de sequía “estamos asistiendo a la gente del campo, llevando agua a través de camiones”, mencionando a modo de ejemplo a las colonias de Monte Quemado, Loma Senés, El Quebranto, El Palmar, Batería 8, entre otras.
“Estamos llevando agua con camiones –indicó-. En algunos casos estamos llevando a represas y en otros a aljibes públicos y tanques que le vamos facilitando a la gente”.
Puso de relieve Diakosvky que “estamos trabajando denodadamente, en un gran esfuerzo, para suplir las necesidades”, valorando en esa línea las acciones que desde el Gobierno provincial se vienen concretando para asistir al sector productivo, como con la realización de remates ganaderos y entregas de forraje, entre otras.
Ladrilleros
También acentuó el jefe comunal que se avanza en la contención al sector ladrillero local. “Les estamos llevando el vital líquido a los ladrilleros –apuntó-. Hoy, el sector está trabajando muy bien y el ladrillo ha subido considerablemente, pero cada pisadero de 10 mil o 12 mil ladrillos necesita 16 mil litros de agua. Son dos camiones por pisadero”, graficó.
“Estamos hablando de 300 familias ladrilleras que están trabajando y necesitan el agua”, señaló el jefe comunal, haciendo notar que “se trata de una labor en conjunto. No podríamos hacer esto si no coordináramos el trabajo entre los distintos sectores, de manera mancomunada con el Gobierno provincial”, finalizó.