En las recorridas, casa por casa, charlaron con los vecinos y enseñaron los cuidados principales que deben cumplirse para prevenir el dengue
Los operadores sanitarios del Ministerio de Desarrollo Humano, que trabajan de manera simultánea en distintas localidades del territorio provincial, articulando tareas con los municipios locales, continúan fortaleciendo las labores preventivas vinculadas a la prevención del dengue.
De manera especial, insisten en el “control focal” mediante el uso del larvicida y la eliminación de los criaderos de mosquitos, medidas claves que se suman al uso del repelente, el descacharrizado y las fumigaciones, tanto domiciliarias como espaciales -en espacios públicos-.
Desde el Departamento de Control de Vectores y Zoonosis del Ministerio de Desarrollo Humano señalaron, que esta semana, las múltiples actividades fueron acentuadas en la localidad de Riacho He Hé, situada hacia el noreste de la provincia, a unos 115 km de la capital, donde además de trabajar con las familias, se capacitó al personal de la comuna en lo que respecta a las técnicas del control focal.
Tal como se viene haciendo en cada una de las localidades del interior y en la capital provincial, los brigadistas visitaron las casas y dialogaron con las familias para dar instrucciones “sobre cómo debe hacerse el uso correcto del larvicida, de acuerdo a cada recipiente, y el desecho o la eliminación de los objetos y recipientes que tienen forma ahuecada y pueden acumular agua en su interior, convirtiéndose en criaderos de mosquitos”, explicaron sobre las actividades efectuadas.
Al respecto, comentaron que en las visitas “hacen hincapié en enseñar a los vecinos sobre el uso del larvicida Bacivec”, el cual se entrega gratuitamente y está destinado a “matar las larvas de los mosquitos que puedan estar alojadas en los recipientes, que no pueden eliminarse, porque se utilizan para el acopio de agua, como es el caso de aljibes, cisternas, tanques, cántaros y similares”.
Esta solución, que se distribuye a los vecinos en frascos goteros, tiene la función de matar a las larvas y, evitar así, que el mosquito llegue a su etapa adulta que es cuando pica y puede contagiar, recordaron, poniendo énfasis en que “ahí radica la importancia de usarlo y de hacerlo adecuadamente”.
Asimismo, con demostraciones prácticas y cumpliendo paso a paso cómo debe hacerse “muestran cuáles son los objetos a los que se debe prestar especial atención para su eliminación, porque son los que frecuentemente elijen los mosquitos para poner sus huevo. Por lo tanto, es necesario destruirlos, para impedir que allí se reproduzcan”.
Entre estos, destacan “floreros, baldes, botellas, latas, restos de juguetes, recipientes utilizados para desagotes, comederos y bebederos de mascotas, porta macetas, neumáticos” y cualquiera que forme paredes, sea ahuecado y pueda acumular agua en su interior.
“Diariamente, debemos revisar cada lugar de nuestras casas y prestar atención a estos objetos. Los que no se usan tenemos que desecharlos en bolsas cerradas o enterrarlos. Y los que se utilizan a diario, deben ser tapados, o colocar en ellos el larvicida en la forma que se indica, o debemos desagotarlos, fregar las paredes y cambiar el agua”, es el mensaje que dejan los brigadistas en cada hogar.