La ministra secretaria general del Poder Ejecutivo Provincial, María Cecilia Guardia Mendonca, valoró “el acto de amor y solidaridad” de los y las pacientes recuperados de COVID-19 que deciden convertirse en donantes de plasma convaleciente. A la vez, explicó el procedimiento que es llevado a cabo por un equipo de profesionales formoseños.
“Hasta el día de hoy no hay un tratamiento específico para curar el coronavirus, ni una vacuna. Tenemos la terapia con plasma convaleciente, que la realiza una persona recuperada de COVID-19 para que pueda ser utilizada en potenciales infectados con un cuadro moderado de gravedad”, indicó la ministra.
En este sentido, explicó que “el plasma es el suero o porción líquida que queda después de que se hayan separado los glóbulos rojos, las plaquetas y otros componentes celulares de la sangre”, y detalló que para realizar esta donación -al igual que la donación de sangre- se realiza de manera voluntaria y cumpliendo cierto requisitos: “Tener más de 18 y hasta 65 años, pesar más de 50 kilos, tener un buen estado general de salud, no padecer problemas cardiovasculares, ni enfermedades infectocontagiosas”.
“No pueden donar plasma las mujeres que se encuentran cursando un embarazo, aquellas que se realizaron tatuajes, piercings, o que hubieran tenido actividad sexual riesgosa”, continuó Guardia Mendonca.
Resaltó que en la provincia, “la mayoría de los pacientes diagnosticados con COVID-19, han sido asintomáticos. Según el registro que se lleva hasta el momento, 7 de cada 10 personas diagnosticadas en Formosa, tienen niveles de anticuerpos aceptables para realizar esta extracción de plasma”.
Procedimiento
Cabe señalar que Formosa es la única provincia del país que busca de sus domicilios a los donantes de plasma para realizarse el procedimiento y luego se los regresa a sus hogares, ya que forma parte de la atención primaria de la salud.
“Cuando ingresa una persona infectada con COVID-19 positivo al Hospital Interdistrital Evita se le pone en conocimiento que al recuperarse puede ser potencialmente donante de plasma, y se le comunica los requisitos”, comentó la ministra.
Es así que “cuando se recuperan y pasado cierto tiempo que se les da el alta, se despliega un mecanismo que tiene a su cargo el Dr. Juan Carlos Atencia, sumado a un equipo especializado que visita a los recuperados en sus domicilios, se les toma una muestra de sangre que es procesada en el laboratorio y si tiene niveles aceptables de anticuerpos se les comunica que pueden realizar este acto voluntario, gratuito y humanitario, de donar plasma”.
Los y las donantes son personas sanas y recuperadas, por lo que la comunidad no debe preocuparse ya que no están con la enfermedad activa, ni tampoco la transmiten.
La cantidad de plasma obtenida de un donante, dependerá del peso de la persona, previamente se les realiza un estudio de los hematocritos; entre 500 y 600 mililitros, serviría -de acuerdo a la cantidad de anticuerpos- para dos o tres pacientes.
Asimismo, para la conservación se realiza un enfriamiento rápido a menos de 80º C para que no se pierda la capacidad del anticuerpo, y luego se mantiene a menos de 30º C durante doce meses.
El plasma se obtiene a través de aféresis, un procedimiento en el que se utiliza una maquina que permite la separación de los diferentes componentes de la sangre obteniéndose el plasma, y el resto de los componentes retorna al donante.
Sistema preparado
Guardia Mendonca aseguró que “este procedimiento se realiza pura y exclusivamente con profesionales formoseños, el Banco de Plasma es provincial y podemos decir que tenemos este banco en caso de que un paciente moderado requiera de esta terapia”.
Resaltó “el valor de la salud pública provincial, la inversión y la capacitación del recurso humano. Tenemos la maquinaria, el recurso humano capacitado y también los donantes; durante estos 200 días el Estado provincial ha invertido en infraestructura sanitaria para garantizar el acceso a la salud y preservar la mayor cantidad de vidas”.
Y culminó con una afirmación: “La donación es un acto de amor y solidaridad porque estos jóvenes donantes son nuestros héroes anónimos”.