Luis A. Sebriano (h) – Grupo JUAN PUEBLO
Platón, Filósofo griego, Seguidor de Sócrates y Maestro de Aristóteles, decía que la peor Justicia, es la Justicia simulada. Decía que la Justicia era una convención del alma, y no de la virtud humana, y que se materializaba fundándose en el concepto de armonía, que según Aristóteles, eran la sabiduría, el valor y la templanza, sólo de ello brotaba lo justo, lo que debía ser.
Muchas veces los Jueces se olvidan aquel lema que dice «cuando la Justicia y el Derecho entran en pugna, debe prevalecer siempre la Justicia».
Hoy estamos viendo y viviendo todo este cambalache de sucesos. Una persona, que habiéndose puesto ya a consideración del pueblo formoseño en elecciones, y que fuese rechazado contundentemente, hoy varios años después, desde la impunidad de un sillón y una pluma de Juez (subrogante), intenta una suerte de buscar venganza contra ese pueblo que le dió la espalda.
Se gobierna gracias al voto popular. No se puede gobernar por Decreto, por Fallos y Resoluciones Jurídicas. Así gobernaban los gobiernos de facto en las dictaduras.
Pareciera ser que algunos dirigentes opositores, algunos pocos ciudadanos, un Juez, no comprenden que estamos en una Pandemia, a nivel mundial, pandemia que se cobra la vida de un argentino cada 3 minutos.
También somos nietos, padres, hijos y hermanos de personas que están fuera de la provincia, entendemos la situación, pero en este momento no se trata sólo de entender, sino también de comprender, la salud está por encima de todo. Todos van a volver, todos van a ingresar, pero tiene que ser en forma ordenada y administrada. No mediante costosos Habeas Corpus (como siempre para ellos es un negocio), no presentando PCR´s dudosos, no queriendo engañar a toda costa.
Siempre es el mismo motor que los moviliza, el ODIO. Odio que los lleva a convertirse en tiranos al decir de Montesquieu «No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes, y bajo el calor de la justicia».
Somos un Pueblo tranquilo, pero con mucha memoria, sabemos bien hacia donde queremos ir, y elegimos siempre cómo y con quien hacerlo. Los que hoy están buscando esto, deberán hacerse cargo. ¿Qué es justo y qué no? el tiempo y el pueblo juzgarán.