Para evitar intoxicaciones, enfermedades gastrointestinales y cuidar la salud en general
La Dirección de Saneamiento, Bromatología y Zoonosis del Ministerio de Desarrollo Humano, alienta a la población a prevenir enfermedades transmitidas por la mala conservación de los alimentos, algo que se da con mayor frecuencia en los días festivos de fin de año.
Estas celebraciones se dan en nuestra zona “en la temporada de temperaturas más altas, por lo tanto, debemos tener en cuenta una serie de cuidados que apuntan a disminuir los riesgos asociados a la descomposición de alimentos y comidas, que pueden ocurrir durante la cadena de conservación, preparación, manipulación y traslado”, aseguró el director de la citada área, el ingeniero José González.
Como primer punto, aconsejó comprar los alimentos en comercios habilitados y prestar atención a “que estén adecuadamente refrigerados o conservados”. Una vez que se realiza la compra “llevarlos a la heladera inmediatamente y mantenerlos ahí hasta consumirlos o darle cocción”.
Al respecto, señaló la importancia de mantener los alimentos refrigerados “alrededor de los 5º” y evitar cortar la cadena de frío hasta el momento de servirlos. No descongelarlos a temperatura ambiente ni con mucha anticipación, “sobre todo cuando se trata de carnes (vacunas, pollo o pescado), que deben trasladarse desde el freezer a la heladera para que allí se descongelen. Y tampoco cocinarlos con mucha antelación”.
Sobre lo anterior hizo hincapié en no volver a congelar un alimento que ya fue descongelado, a menos que pase por un proceso de cocción antes de colocarlo nuevamente en el freezer.
Por otra parte, explicó que una vez que se sirven las comidas en la mesa, es necesario “volverlas a colocar en la heladera” para mantenerlas adecuadamente conservadas, más que nada “las que contienen cremas o mayonesas, evitando siempre dejarlas a temperatura ambiente por más de una hora y sin cubrirse”.
Si durante la sobremesa los alimentos sobrantes estuvieron expuestos por más de una hora a temperatura ambiente “deben ser descartados”. Si la exposición ha sido por menos tiempo “pueden guardarse nuevamente en la heladera”.
En ese sentido recalcó “evitar las contaminaciones cruzadas”, manteniendo en la heladera “tapados y en la parte superior” los alimentos cocidos y en la parte inferior los crudos. “Siempre bien separados los cocidos de los crudos”, acentuó.
Cuando se trasladan las preparaciones de un domicilio a otro, es importante hacerlo de forma refrigerada “en recipientes térmicos como conservadoras y al resguardo del sol”. Y si el traslado es en vehículo, ubicarlos en la zona más protegida del calor, lejos de las ventanas o del motor.
En caso de solicitar comidas con envío al domicilio, recordó que en estos días habrá mayor demanda, con lo cual la entrega puede demorar. Por ese motivo, “debemos asegurarnos que los alimentos perecederos no hayan estado más de dos horas a temperatura ambiente”, dijo.
Prevenir trastornos de salud que
pueden ser desde leves hasta graves
Las preparaciones que mayor riesgo de producir intoxicaciones tienen son las que contienen proteínas, como las carnes, las leches, los quesos y los huevos. Por eso “deben estar siempre bien guardados en la heladera, de acuerdo a las recomendaciones dadas”.
Antes de concluir, comentó que cuando estos alimentos se someten a cambios constantes de temperatura “se alteraran sus propiedades y se acelera el proceso de descomposición”, además las altas temperaturas “fomentan la fermentación porque las bacterias se multiplican más rápidamente” y al contaminarse pueden producir vómitos, diarreas y otras afecciones gastrointestinales “que muchas veces pueden ser graves”.