Distinguió la nobleza de la profesión, sobre todo de los que se desempeñan en el ámbito de la salud pública en nuestra provincia. Y remarcó el valor de la labor “humanitaria, comprometida y responsable” que están llevando adelante en la lucha contra el coronavirus
Desde 1956, cada 3 de diciembre se celebra, en la Argentina, el Día del Médico en homenaje al Dr. Carlos Juan Finlay Barrés, científico de la medicina, que descubrió que un mosquito era el transmisor de la fiebre amarilla.
La fecha había sido propuesta desde 1953 como el Día de la Medicina Americana, durante el Congreso Panamericano en Dallas y promovida por la Organización Panamericana de Salud (OPS), a través de la Federación Médica Argentina.
El Subsecretario de Coordinación y Control, a cargo del Ministerio de Desarrollo Humano, Dr. Edgar Abel Crocci, hizo llegar un saludo especial a sus colegas en este día, poniendo énfasis en “la labor humanitaria, comprometida y responsable que están llevando adelante para hacer frente al coronavirus, cumpliendo paralelamente con las demás atenciones y tareas diarias, en pos del cuidado de la salud de los formoseños y formoseñas”.
Hizo notar que, ante esta circunstancia adversa e inesperada para toda la humanidad, los médicos se encuentran “necesariamente” en la primera línea de batalla y que, en este contexto, los profesionales de la salud pública de nuestra provincia, están concretando “una cruzada invalorable, que permitió que Formosa, hasta el momento, tenga las cifras más bajas de contagiados y de fallecidos por COVID-19 en todo el país”.
Dejó en claro que, esta gesta es posible gracias al lugar prioritario que el Gobierno de la provincia, le da a la Salud Pública gratuita e inclusiva; y al respaldo que el Gobernador Gildo Insfrán, le brinda al trabajo de los equipos de salud desde hace años, el cual se acentuó desde principios de la pandemia.
“Va para todos ustedes, mis queridos colegas, mi más sincero reconocimiento. Deseo de todo corazón, que pasemos un merecido, lindo y feliz día, a pesar del difícil problema sanitario que nos atraviesa”, expresó Crocci sentidamente.
Al mismo tiempo, convocó a redoblar el compromiso, porque “sabemos que la situación así lo requiere, y debemos hacerlo con el mismo esfuerzo y la dedicación que lo venimos haciendo. No podemos bajar los brazos. No podemos rendirnos porque esta es la premisa que nos marca nuestro conductor y que nos demuestra que los logros alcanzados, están a la vista”.
Testimonios
En alusión a esta fecha tan significativa para la salud, dos conocidos médicos que se desempeñan en el ámbito de la salud pública, valoraron la profesión y pusieron de relieve la satisfacción de poder trabajar por los que más necesitan.
Roberto González, ginecólogo, director del centro de salud del barrio Villa del Carmen y Puente San Hilario, comentó que, decidió ser médico porque desde niño le gustaba poder ayudar a las personas “y esta profesión me dio la posibilidad de poder hacerlo”.
“Si volviera el tiempo atrás y tuviera que elegir de nuevo una profesión, sin dudas, volvería a ser médico. Y volvería a elegir de nuevo desempeñarme en la salud pública, porque es en este lugar, donde se ven realmente las necesidades que tiene la gente y donde nosotros podemos ayudar, acompañar y contener, además de dar el tratamiento”, afirmó.
Sobre lo anterior, agregó con emoción “muchas veces, no solo los medicamentos mejoran o curan, sino que simplemente unas palabras o darle la mano o una palmada en la espalda al paciente, ya lo cura en un 50%. Y, a su vez, la recompensa que recibimos de la gente es muy grata, a través de sus palabras o de su sonrisa, y eso nos hace ver a nosotros mismos como personas, antes que como médicos”.
“Desde que uno es médico, lo es todos los días, todas las horas, todo el tiempo, hasta la muerte. Se lleva en el alma, es un sello que forma parte de nuestra vida. Más aún, en esta situación de emergencia sanitaria, en la que debemos estar al pie del cañón en pos del bienestar de la comunidad, porque es en ella donde criamos a nuestros hijos, tenemos a nuestra familia y a los amigos”, enfatizó.
Señaló que la pandemia es una prueba que “nos puso el destino” y es el momento en el que también “ponemos a prueba nuestra vocación, sobre todo los que estamos al servicio de la Salud Pública, porque somos la primera línea de combate para atajar a ese enemigo invisible que hoy es el coronavirus”.
Consideró que, si bien están expuestos “hacemos nuestro trabajo con orgullo, con sentido altruista y con la firme convicción de que lo que hacemos está bien, sobre todo porque, tenemos el apoyo de nuestro señor gobernador, Gildo Insfrán y de nuestras autoridades del Ministerio de Desarrollo Humano. Y esto nos da la certeza de que no estamos solos y que, a su vez, somos capaces de cuidar la salud de nuestro pueblo. Feliz Día a todos mis colegas”.
Por su parte, Marcelo Silva, generalista y geriatra, director del centro de salud del barrio 8 de Octubre, ubicado en la jurisdicción cinco de la ciudad capital de Formosa extendió, asimismo, un cálido saludo para todos los colegas en su Día.
Coincidió con el Dr. González, en que escogió la profesión para ayudar a la gente. Describió que “no sé cómo sucedió, pero en una familia, donde en su mayoría, todos eran veterinarios, yo elegí ser médico. Esto significa ser un servidor de la gente, darles una respuesta satisfactoria a los que vienen a nosotros a buscar una solución a su salud física, mental y espiritual. Cuidar de su salud, aliviar sus dolores, calmar sus dolencias; sobre todo cuando se trata de los que más necesitan”, subrayó.
Acerca de las satisfacciones que les da diariamente el acto generoso de cuidar la salud de las personas dijo que, se ve reflejado, por ejemplo, cuando “los pacientes te reconocen por la calle y te dicen cosas lindas, cuando te agradecen por las atenciones, cuando te traen un detalle”.
Con profundo sentimiento pronunció, finalmente, que “Esas son las cosas simples que, a la vez, son las grandes alegrías que tenemos los médicos. El agradecimiento de los pacientes por las atenciones que le dimos, es el mayor orgullo que tenemos y sentimos”.