La cartera de salud provincial aconseja tener hábitos de vida saludable y realizarse controles periódicos
Desde el Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia explicaron cómo se previene, diagnostica y trata la hipertensión, teniendo en cuenta que es una enfermedad crónica, que se origina por diferentes causas y constituye uno de los factores de riesgo cardiovascular y renal más peligroso para la salud de las personas. Esta puede ser primaria (esencial) o secundaria, siendo la primaria la más frecuente y se produce por el aumento progresivo de la rigidez en las paredes de los vasos sanguíneos (arterias) que transportan la sangre hacia los órganos.
En esa línea, señalaron que la detección de esta enfermedad se realiza en la consulta médica, siendo el médico quien realiza el examen físico y los estudios necesarios para determinar si el paciente es hipertenso o no.
“La medición de una presión «máxima» mayor o igual a 140 mmHg (Sistólica) o una presión «mínima» (Diastólica) mayor o igual a 90 mmHg, o la elevación de ambas presiones, simultáneamente, constituyen el primer paso hacia el diagnóstico de la enfermedad”, detallaron.
¿Qué es?
La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa, que crece sin dar pautas de alarma, y cuando estas aparecen en general se debe ya a la falla de algunos de los órganos atacados, algunos de los síntomas de alarma pueden ser cefalea, mareos, enrojecimiento transitorio de la cara, calambres, palpitaciones, entre otros.
Alertaron que la hipertensión arterial puede causar problemas serios como derrames cerebrales, insuficiencia cardiaca, infarto e insuficiencia renal.
“Esta enfermedad crónica suele aparecer a una edad media de 43 años, pero puede desencadenarse prematuramente. Cabe destacar que hay causas secundarias de hipertensión arterial en pacientes más jóvenes que deben ser pesquisados por el médico en el examen físico”, indicaron.
Añadieron que, es una patología que no tiene cura definitiva, pero está ampliamente comprobado que el control de la presión arterial disminuye significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
De esa forma, aconsejaron que, para evitar la enfermedad o controlarla si ya se padece, es importante: mantener el peso ideal, realizar actividad física al menos 30 minutos al día, reducir el consumo de sal, reducir el consumo de grasas de origen animal, evitar el consumo de alcohol, eliminar el consumo de tabaco, entre otros.