Con los protocolos y cuidados necesarios, para atender a las demandas de la comunidad
Así lo afirmó su responsable, el médico cirujano Walter Gerula, quien se desempeña en el área desde su puesta en funcionamiento en el 2014. “En ese entonces, hacíamos intervenciones un solo día a la semana y progresivamente se fueron aumentando, hasta que actualmente lo hacemos todos los días”, remarcó.
Distinguió que el 2020 “es un año totalmente atípico. La pandemia afectó no solo a los enfermos, sino también a los familiares y al equipo de salud. Nuestro hospital es un lugar de internación de pacientes sospechosos de COVID-19, hasta tanto se confirme la positividad del diagnóstico”.
Comentó que, por este motivo y por los protocolos establecidos por cuestiones de prevención infectológicas, se limitó la capacidad de camas disponibles para la internación y, a su vez, redujo también la cantidad de cirugías programadas.
Sin embargo, aclaró que a pesar del contexto se continuaron haciendo las atenciones por consultorio, las interconsultas y derivaciones, las ecografías por consultorios externos y cirugías en los casos de urgencia y de pacientes oncológicos.
Hizo notar que “a partir de los meses de octubre y noviembre estamos haciendo lo posible por normalizar la situación. Estamos programando agregar a la agenda más días para las intervenciones quirúrgicas para satisfacer las demandas. En este momento, estamos haciendo procedimientos de lunes a viernes, es decir, todos los días de la semana”.
Recordó que desde el 2014, “cuando empezamos”, los días de cirugía en la semana se fueron sumando. “Al servicio de cirugía general primero se agregaron las cirugías mamarias, luego se sumaron las del servicio de urología y de cirugía plástica y, finalmente, desde hace aproximadamente un año las de ginecología. Pero siempre cirugía general es el que tiene más demanda, con intervenciones los lunes, miércoles y viernes, tres veces a la semana”, explicó.
Sobre el servicio y su funcionamiento señaló que allí trabajan dos cirujanos, los distintos especialistas, instrumentadores quirúrgicos, enfermeros, mucama y está constituido por una planta edilicia de tres quirófanos, una sala de recepción y control de signos vitales, medicación, dolor y otras cuestiones, donde se hace además el monitoreo pos operatorio, hasta que los pacientes estén lúcidos para pasar a sala general.
“Cada uno de los quirófanos está dividido en áreas específicas y cuenta con todo un equipamiento de moderna tecnología y los insumos necesarios para dar a los pacientes la mejor calidad de atención”, puntualizó.
Detalló que los pacientes llegan al servicio mediante la atención por los consultorios externos o por el servicio de emergencia. “Hacemos consultorio dos veces por semana, es decir que hay cuatro consultorios disponibles para la atención semanalmente”, dijo.
“Igualmente, llegan a cirugía, a través de las interconsultas, cuando vienen derivadas del servicio de emergencias o desde el sector de internación. Todo es gratuito, desde las consultas, la internación, el procedimiento quirúrgico, la medicación y el seguimiento. Ninguna de estas instancias tiene costos para el paciente”, valoró.
Finalmente, sobre la difícil situación de pandemia, expresó con marcado optimismo que “la esperanza de volver a la normalidad depende mucho de la vacuna”.
Sin embargo, sostuvo que mucho tiene que ver con “la responsabilidad social que asumamos los formoseños en cuanto a los cuidados” porque más allá de las políticas sanitarias acertadas que viene aplicando el Gobierno de la provincia y de las expectativas por la vacuna la prevención está “en cuidarnos cada uno y así cuidar a los demás”.
“Estimo que una vez que comencemos a vacunarnos la taza de infectados va disminuir y eso nos va permitir trabajar con cierta normalidad. Seguramente, los resultados de la vacunación se verán a partir de la mitad del próximo año en adelante porque los ajustes van a llevar unos meses, no obstante seguro vamos a estar mejor”, enfatizó.