Y advierten que las horas más perjudiciales son entre las 10 y las 17 hs
Ante la llegada del verano y los días más cálidos del año, especialista en dermatología del Ministerio de Desarrollo Humano, recordaron algunas medidas necesarias que se deben tomar para evitar la exposición directa al sol y cuidar nuestra piel.
En primer lugar, alertaron sobre las horas más perjudiciales para exponerse a la radiación solar, remarcando que la franja horaria se extiende “entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde, cuando la incidencia del sol es mayor”.
Teniendo en cuenta el inicio del verano, que en nuestra zona se caracteriza por días con altas temperaturas y sol muy intenso, es importante “que tomemos conciencia y respetemos las medidas necesarias para protegernos de los peligros que pueden acarrear los rayos solares”, aseguraron.
Entre las medidas aconsejaron “usar protector solar” dependiendo del fototipo de piel que tiene la persona “ya que no es lo mismo, la persona de fototipo 1, 2 o 3, que son los de piel blanca; que las de fototipo 4, 5, o 6, de piel trigueña o morena”.
Aclararon que las personas que tienen fototipo 4, 5 o 6 tienen mayor protección al sol. Esto, está relacionado con la producción de pigmento de la piel. “Por lo tanto, los de fototipos más alto, no va a necesitar una protección muy alta”. Mientras que el factor de protección para los fototipos más bajos (1, 2 y 3) “deben ser los más elevados, justamente para dar más resguardo a la piel”.
Al respecto mencionaron que “los factores de protección solar no impiden que una persona pueda broncearse o no, sino que su función es evitar el daño de la célula de la piel”.
Reiteraron que si bien no hay un factor solar específico y recomendado para todos en común, sino que va a depender del color de la piel de cada persona, es esencial que “se utilice siempre un protector solar con factor de entre 15 y 65”.
Y que al momento de adquirirlo se corrobore que en el envase estén expresamente indicadas las dos protecciones: UVA y UVV “que son los dos filtros solares” que cumplen con las funciones de protección respecto a los rayos ultravioleta A y ultravioleta V, siendo este último el que produce el cáncer de piel”.
A los más pequeños “debemos aplicarles protectores solares recién a partir de los seis meses”, especificaron. Pero aseguraron que es conveniente tomar, a la vez, otros cuidados como “no abrigarlos, no ponerles nada impermeable, vestirlos con ropitas de colores más bien claros y que sean en lo posible de algodón y, sobre todo, nunca exponerlos al sol”.
En cuanto a las otras medidas de protección que contribuyen a evitar los efectos nocivos del sol, no solo en la piel, sino también, por ejemplo, en los ojos y en la cabeza, enumeraron: vestir ropas blancas o de colores claros, usar sombreros y anteojos de sol, y ubicarse debajo de sombrillas o a la sombra.