En el Día Internacional del Voluntario, la Red Formoseña de Medios visitó el Galpón “G” del Paseo Costanero capitalino, que se convirtió en la base operativa del Programa “Militantes de la Salud y la Vida”, quienes asisten y coordinan el ingreso al territorio provincial de más de 8 mil personas, el cual comenzó el 25 de noviembre último.
Cabe señalar que son más de 2700 los voluntarios y las voluntarias que respondieron al llamado del gobernador Gildo Insfrán y se inscribieron al programa para realizar diferentes tareas.
“Estamos en una situación difícil y nosotros, gracias a la gestión del gobernador Insfrán, somos un ejemplo en cuanto a sistema sanitario en el país y el mundo. Cuando supimos de la decisión de que ingresen personas masivamente a la provincia, decidimos ser voluntarios para ayudar a preparar todo porque a Formosa la vamos a sacar adelante todos juntos”, comentó en declaraciones recogidas por AGENFOR Facundo Salas.
Agregó que “es un gran honor trabajar por nuestros hermanos formoseños, lo hacemos por un objetivo común; estamos alegres y sabemos que hacemos las cosas bien. Recibimos muy buenas respuestas de las personas, mensajes de afecto y agradecimiento y eso nos llena de satisfacción”.
Por su parte, Silvia Ferreyra confesó que ella lo hace “desde la convicción de mantener un Modelo Formoseño que cuida de la salud y la vida de todos los que habitamos la provincia, de todos los formoseños y formoseñas”.
Asimismo, refirió que los grupos trabajan “con mucho compromiso y amor al pueblo para el cuidado de la salud de todos y todas. Una y mil veces elegimos el amor y trabajar por todos los formoseños y las formoseñas”.
Sobre el final, Manuela Valentinuzzi indicó que “es una satisfacción muy grande saber que estamos ayudando a nuestros comprovincianos. Nos comunicamos con muchas personas cada día, les explicamos el protocolo sanitario vigente en Formosa y muchos, la gran mayoría, nos responde satisfactoriamente y dicen que lo van a cumplir”.
La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), resolvió dedicar el 5 de diciembre a homenajear a aquellas personas que, por propia voluntad y sin percibir remuneración alguna, dedican su tiempo y esfuerzos a acciones solidarias y altruistas, orientadas a mejorar la calidad de vida de millones de personas.