La administración de este medicamento “disminuye significativamente la posibilidad de fallecimiento” en pacientes más graves de coronavirus, afirmó el doctor Bibolini
Este lunes 11, el presidente Alberto Fernández recorrió las instalaciones de la compañía biotecnológica Inmunova, en el campus de la Universidad Nacional de San Martín, en la provincia de Buenos Aires, que desarrolló junto a otros centros científicos públicos y privados el suero hiperinmune anti COVID-19, que será distribuido en hospitales, clínicas y sanatorios.
Consultado sobre esta noticia, el médico infectólogo Julián Bibolini, anticipó que “la provincia de Formosa ya hizo todos los trámites y tratativas para adquirir ese medicamento, que recién se está comenzando a distribuir para ser utilizado lo antes posible en pacientes con coronavirus”.
A su vez, indicó el profesional que la ventaja que se observó en el momento de ser administrado el suero hiperinmune anti COVID-19 es que en los pacientes con cuadros más graves “disminuye significativamente la posibilidad de fallecimiento, también disminuiría el tiempo de internación, es decir, tiene muchas ventajas”, entre los principales objetivos.
Cabe señalar que la producción del suero surgió de una articulación público-privada encabezada por el laboratorio Inmunova, el Instituto Biológico Argentino (BIOL) y la Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud Dr. Carlos G. Malbrán (ANLIS), en colaboración con la Fundación Instituto Leloir (FIL), mAbxience, Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) y la Universidad Nacional de San Martín (Unsam); y el importante apoyo del Estado nacional.
En ese sentido, el rector de la UNSAM, Carlos Greco, señaló que el suero equino es un desarrollo “de muchos años de trabajo e investigación de esa casa de estudios y otras instituciones de investigación de Argentina”, que ya tenían esta tecnología para aplicarla a diferentes patologías.
Y subrayó que el suero equino “tiene una eficacia muy alta en personas con moderada y severa complejidad de la enfermedad”, remarcando que su aplicación reduce un 45 por ciento la mortalidad por coronavirus.