En este tiempo de pandemia las donaciones han disminuido y se necesita con suma urgencia para seguir salvando vidas.
Son muchos los ejemplos de personas que necesitan de la donación para mejorar su calidad de vida e inclusive para salvarla: las mujeres con complicaciones obstétricas (embarazos ectópicos, hemorragias antes, durante o después del parto, etc.).
También los niños con anemia grave, las personas con traumatismos provocados por accidentes u otras clases de siniestros. Y muchos pacientes que se someten a intervenciones quirúrgicas complejas o enfermos de cáncer.
Asimismo, se precisa este oro líquido para realizar transfusiones periódicas en personas afectadas por enfermedades de la sangre. También se utiliza para la elaboración de diversos productos, como por ejemplo los factores de coagulación para los hemofílicos.
Desde el Centro Provincial de Hemoterapia y el Programa Provincial Sangre Segura, dependientes del Ministerio de Desarrollo Humano, se recuerda que por estos motivos, existe una necesidad constante de donaciones regulares.
Las donaciones habituales de sangre realizadas por un número suficiente de personas sanas, son imprescindibles para garantizar la disponibilidad de sangre segura en el momento y en el lugar en que se precise.
La importancia de la donación radica en que no existe ningún producto capaz de sustituir a la sangre humana, por lo que la donación voluntaria, habitual y gratuita, constituye un pilar fundamental para poder garantizar una provisión de sangre de calidad asegurada y en cantidad suficiente para satisfacer las necesidades terapéuticas de todos los pacientes.
Valor
La sangre es el regalo más valioso que podemos ofrecer a otra persona porque este simple pero sublime gesto, se convierte en regalar vida por medio de la donación.
La decisión de donar sangre puede salvar una vida, o incluso varias, si la sangre se separa a su vez en sus hemocomponentes –glóbulos rojos, plaquetas y plasma–, que pueden ser utilizados individualmente para pacientes con enfermedades específicas. Se calcula que un donante puede salvar hasta 4 vidas.
Poder mejorarse o salvarse gracias a una donación de sangre tiene un valor incalculable. Por eso, desde la cartera de salud provincial y sus organismos implicados en la donación, instan a los donantes habituales a que sigan donando sangre; al tiempo que alientan a las personas que gozan de buena salud y nunca han donado, en especial a los jóvenes, a que empiecen a hacerlo.
La pandemia ha causado que la donación de sangre disminuya. A la vez, los bancos de sangre acusan una reducción en el stock disponible. Dicha situación, puede considerarse como “crítica” para quienes necesitan de este líquido vital y solo puede revertirse, gracias a la voluntad de donar, que manifieste una persona a otra, como un acto de amor trascendental.
Para ser donante
Aquellos que deseen donar deben tener entre 18 y 65 años de edad, pesar más de 50 kg y concurrir con DNI o nº de DNI (manuscrito) del paciente.
Antes de asistir a la donación deben desayunar o almorzar alimentos bajos en contenido graso, tales como: mate, te, café, cocido con leche, frutas, queso, leche, sándwich, medialunas. No ingerir bebidas alcohólicas por 48 horas antes. No fumar 2 horas antes ni 2 horas después de la donación. En caso de padecer alguna enfermedad como diabetes, presión arterial alta o baja (consultar).
No deben tener ninguna enfermedad transmisible por sangre, como son las virales, HIV, Hepatitis B, C, Chagas, Brucelosis, entre otras. No haber recibido transfusiones en el último año, Si se tiene tatuajes, perforaciones o cirugías se deberá consultar previamente. En caso de tener dolores antes de la donación, solamente ingerir paracetamol y consultar.
Los donantes deben presentarse en el banco de sangre, entre 3 y 5 días previos a la cirugía e ingresar solos, sin acompañantes. En caso de que residan en la zona del circuito cinco o barrios aledaños, para mayor comodidad deberán dirigirse a donar al hospital distrital 8.