Una Oficial amamanto a una beba de 2 meses de vida que por varias horas no habría sido alimentada por su madre que en horas del mediodía había salido de la casa maternal con rumbo desconocido.
La “polimamá” perteneciente a la fuerza de seguridad provincial hizo lo que algunos consideran el mayor acto de amor que puede tener una mujer: Amamantar un hijo ajeno.
Desde la Jefatura de Policía resaltaron y destacaron la actitud de la Oficial Subinspector de Policía Sara Romero de la Comisaria Séptima, quien fue más allá de su deber y con su gesto demostró que debajo del uniforme azul late el corazón bondadoso y humilde del formoseño.
Todo se dio pasada la medianoche de este sábado cuando llegó a la Seccional Séptima del barrio Juan Domingo Perón una mujer desconsolada, relatando que en horas del mediodía su hija, que lucha contra la adicción a las drogas, había salido de la casa y aún no regresaba, desconociendo su actual paradero.
La mayor preocupación de la mujer pasaba por el hecho que la joven había llevado a sus dos hijas, de 4 años y 2 meses de vida respectivamente, sin regresar aún a la casa ni contestar las llamadas telefónicas.
Inquietados por la situación de esos niños y su joven madre de 22 años, ante el relato brindado por la abuela, personal de la Séptima no dudó y rápidamente salieron en la búsqueda de la joven junto con la madre, logrando ubicar a la madre y sus niños en una casa del barrio Juan D Perón. Alli se constató lo que se temía, la joven, que desde hace un tiempo asistía al IAPA y luchaba contra su adicción, había tenido una recaída, encontrándose bajo los efectos de esta sustancia, situación por la cual y en resguardo de la integridad psicofísica de los niños, los trasladó hasta la dependencia Policial.
Al llegar a sede policial y ante los llantos insistentes de la bebé de tan sólo dos meses, la Oficial Romero, que también es madre de un bebe, se dio cuenta que la pequeña necesitaba alimento, la contuvo en sus brazos y optó por amamantarla, quien halló en los pechos de una extraña la sacia y la calma que su propia madre no habría podido darle.
El gesto fue destacado por los propios compañeros de la joven oficial y por la Jefatura de Policía, que valoraron la actitud que tomó tras el hallazgo de la pequeña, que «sin conocerla no dudó en ayudarla y por un momento cumplió como si fuera su madre».