La cifra corresponde a la inoculación realizada este miércoles, para las clases 1960 y 1961. Además, la totalidad del personal de salud de la provincia ya fue alcanzando con la primera dosis y se continúa avanzando para completar el esquema previsto.
El licenciado Julio Arroyo, jefe del Departamento de Inmunizaciones del Ministerio de Desarrollo Humano del Gobierno de Formosa, evaluó como “exitosa” la jornada de vacunación contra el COVID-19 que se llevó a cabo este miércoles 14 en Formosa Capital.
Esta vez, tal como lo anunciara el gobernador Gildo Insfrán, se inoculó con la primera dosis de la vacuna Sinopharm a las personas nacidas en los años 1960 y 1961, alcanzando a unos 3500 adultos.
En ese sentido, en declaraciones a la Agencia de Noticias Formosa (AGENFOR), el profesional puso en relieve el avance de la campaña de inmunización que lleva adelante el Gobierno de Formosa, siendo una estrategia que es analizada diariamente en el marco del Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19 “Dr. Enrique Servián”, que preside el gobernador Insfrán.
“Hay un equipo médico asesor integrado por epidemiólogos, infectólogos, médicos clínicos y especialistas de diversas áreas de la salud y del Gobierno de la provincia que siguen de cerca el contexto epidemiológico respecto al comportamiento de la enfermedad, para ver el objetivo próximo de la vacunación”, especificó.
Asimismo, con respecto al área de Inmunizaciones, indicó que la misma se ocupa de organizar la logística de traslado de las vacunas a cada institución educativa, de los insumos descartables que se utilizan para la aplicación de la dosis y también de organizar el personal que conforman los equipos de vacunadores.
“Todo esto en su conjunto es un gran trabajo que se viene realizando desde el pasado 29 de diciembre del 2020, cuando se inicia la campaña de vacunación nacional”, acentuó.
“Tenemos una relación entre lo recibido y aplicado (de dosis) con un número mayor al 90%, debido a que ni bien llegan las vacunas ya se está programando al día siguiente la campaña para inocular a la población objetivo”, evidenció.
A su vez, apuntó que “tenemos menos del 1% de vacunas perdidas cuando lo esperado es del 10%”, lo que representa “un porcentaje ínfimo”. Por ello, Arroyo subrayó que el aprovechamiento del recurso “es extremadamente alto, casi perfecto de la disponibilidad de las dosis y el resguardo de las mismas”.
Inversión
También abundó en ponderar la inversión que efectuó el Gobierno de Formosa con fondos propios para la adquisición de más de 100 freezers y equipos de uso medicinal que se encuentran en el Departamento de Inmunizaciones, marcando que los vacunatorios cuentan con estos equipos para los estrictos controles de la temperatura de las vacunas.
Además, destacó los fondos destinados por la provincia para la compra de unidades móviles para transportar las dosis.
Personal de salud
Por otro lado, el licenciado Arroyo informó que “el 100 % del personal de salud ya cuenta con la primera dosis y se continúa avanzando con la aplicación de la segunda, siempre respetando los intervalos mínimos dependiendo de la vacuna que se reciba”.
Cabe recordar que el Ministerio de Salud de la Nación, en concordancia con las 24 jurisdicciones del país, acordaron el pasado 25 de marzo posponer la aplicación de la segunda dosis, por un período de tres meses, pero exceptuando al personal de salud que se encuentra en la primera línea de batalla contra el COVID-19.
En otro tramo de la entrevista con AGENFOR, al ser consultado sobre el tiempo de utilidad de las vacunas, dijo: “La vida útil mínima es de seis meses, donde cada dosis trae la fecha de fabricación y de caducidad”.
Sin embargo, agregó que “las últimas partidas recibidas vinieron con un período más prolongado de uno y dos años”. No obstante ello, volvió a remarcar que “en Formosa no pasan ni 48 horas de tiempo y ya las estamos aplicando en la población objetivo”.
Política sanitaria
Por último, enfatizó que Formosa es el ejemplo más claro en cómo evitar el ingreso del virus al territorio nacional, ya que se mantienen estrictos controles de ingreso de las personas, siguiendo el objetivo fundamental de proteger la salud y la vida de todos los formoseños que residen en la provincia y también el de las personas que ingresan.
“Durante todo el año pasado se han hecho las cosas más que bien hasta que nos tocó lidiar con estos fallos judiciales, donde quedó evidenciado el perjuicio que han provocado”, contrastó en el cierre.