Entre las que se incluye el coronavirus
Ante la llegada de los primeros días frescos, característicos del periodo otoñal, desde la cartera de salud provincial, brindaron una serie de consejos para evitar el desarrollo de las denominadas enfermedades respiratorias, las cuales afectan principalmente a los niños pequeños, adultos mayores y enfermos crónicos.
En ese sentido, los especialistas del Ministerio de Desarrollo Humano, indicaron que las patologías respiratorias de mayor prevalencia en las personas mayores de 65 años, son las gripes agudas y las neumonías, a las cuales, en este momento, se suma el riesgo de COVID.
Por otra parte, como las patologías crónicas respiratorias “más usuales en los adultos mayores”, mencionaron la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), asma bronquial y bronquitis crónica, entre otras.
“Estamos en un contexto de pandemia, enfrentando a un virus respiratorio, que también tiene como población de riesgo a los adultos mayores. Además, estamos en un momento crítico, en el que los casos vienen aumentando de modo exponencial y si bien ahora los jóvenes son los más contagiados, cuando ellos transmiten la enfermedad a las personas de la tercera edad, este grupo tiene más probabilidades de desarrollar la forma grave y morir”.
Las medidas de prevención de las enfermedades respiratorias en general “son las mismas que venimos difundiendo para evitar el coronavirus”, aseguraron. Por lo tanto “si somos responsables y ponemos en práctica esas medidas, estamos igualmente contribuyendo a prevenir las enfermedades respiratorias más comunes y prevalentes”.
Reafirmaron, sin embargo, que dichas afecciones, que pueden ser desde leves a muy graves y hasta inclusive causar la muerte en los grupos más vulnerables, pueden evitarse “con medidas sencillas, económicas y accesibles para todos” que, a su vez, son “altamente efectivas” y, aunque “las venimos reiterando hasta el cansancio, son las mejores barreras para la prevención y para cuidar la salud en general”.
“Uso correcto del barbijo (cubriendo nariz, boca y mentón) en todo momento al salir de la casa. Lavado de manos frecuente (con agua y jabón que dure al menos entre 40 y 60 segundos) o higienizar la zona con alcohol en gel. Mantener una distancia de al menos 2 mts con otras personas”.
A lo anterior, agregaron, “Evitar reuniones de muchas personas”. Ventilar adecuada y diariamente los ambientes del hogar, del trabajo y de otros sitios “propiciando la ventilación cruzada, es decir abriendo puertas y ventanas que se encuentren en puntos opuestos para favorecer la circulación de aire”. No tocarse la cara sin haberse primero lavado o higienizado las manos. Estornudar y toser cubriéndose la cara con el lado interno del codo. No compartir objetos de uso personal (cubiertos, vasos, toallas, mate, tereré y similares). Desinfectar los objetos y superficies de uso común (picaportes, escritorios, mesas y mesadas, teléfonos, perillas de luz, entre otros parecidos).
Al mismo tiempo, insistieron en tener al día el carnet de vacunas, con todas las dosis y esquemas completos, según cada grupo etario y condiciones particulares de salud.
Recordaron, sobre lo último, que las vacunas del Calendario Nacional vigente son de aplicación gratuita y obligatoria, entre las que se cuentan las destinadas especialmente a la prevención de enfermedades respiratorias, tales como la antigripal y antineumocóccica para los grupos de riesgo.