El médico infectólogo del Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19 “Dr. Enrique Servián”, Julián Bibolini, lamentó las muertes de 21 formoseños en las últimas horas, indicando que “es un día triste por la gran cantidad de personas que fallecieron por la infección de este virus”.
“Recordemos que habíamos informado que cuando aparece la curva más alta de casos positivos, siete o diez días después empieza a aparecer el pico de fallecimientos porque la evolución de la enfermedad hace que, entre el quinto y décimo día, el paciente pueda evolucionar desfavorablemente y fallecer”, explicó, según recabó AGENFOR.
Especificó: “Si analizamos los últimos cinco días, en Formosa Capital nos estamos manteniendo en un número de casos, pero aún así sigue siendo muy alto”, apuntó.
Y advirtió que esta situación “genera mucha presión sobre el sistema de salud”, por lo que “necesitamos hacer un gran esfuerzo”, ya que “hay que bajar esta curva”.
En ese sentido, mencionó que como medida estratégica para lograr este objetivo se extendieron las medidas de restricción.
Además, alertó que si continuamos con esta curva de positividad vamos a tener serias complicaciones”. “No porque nos quedemos estancados en este número quiere decir que el problema está resuelto. Necesitamos bajar el número de nuevos diagnósticos”, manifestó contundente.
Inmunización
“La infección estimula el sistema inmunológico. El virus está formado por múltiples partes y cada una puede generar un anticuerpo determinado. Por lo tanto, la infección en sí genera distintos tipos de anticuerpos”, explicó el doctor Bibolini.
“Algunos sirven para combatir la infección y otros no. Entre ellos hay uno que actúa sobre una parte del virus que se engancha a la célula del ser humano”, agregó.
Sin embargo, con respecto de la vacuna esclareció: “Su fabricación fue creada para generar un solo anticuerpo contra esa parte del virus que sirve para unirse a la célula”, y remarcó: “El tipo de anticuerpo (de la vacuna) es único y en el de la infección, son múltiples”, aseveró.
“La diferencia está en la calidad de ese anticuerpo que se genera en las infecciones” y continuó: “No todos generan buenos anticuerpos post infección, por lo tanto puede haber reinfección que por lo general se observan luego de los dos o tres meses”.
“No es lo frecuente ni lo habitual, pero puede ocurrir” subrayó.
Para finalizar, el especialista acentuó: “Está corroborado que en muchas partes del mundo que las personas vacunadas y que ya tuvieron la infección, generan un efecto rebaño y que por ello baja la cantidad de diagnósticos. Es una posibilidad”, cerró.