El director del Hospital de la Madre y el Niño, el médico Víctor Fernández, se refirió a la presencia y comportamiento de otros virus respiratorios que usualmente circulan durante el año y que afectan a los niños y niñas de corta edad; siendo el virus respiratorio sincitial (VRS) que causa las bronquiolitis el que más preocupa a los pediatras.
Según Fernández, la enfermedad puede presentarse en menores de dos años de edad: “Pueden estar agitados, tener la nariz tapada o en casos más graves, un tono azulado. Deben prestar atención a la sintomatología que presentan sus hijos”.
En caso de contraer el virus, el especialista afirmó que, en casos leves, pueden permanecer en sus domicilios, ya que “con aspirarles la nariz, controlar la temperatura y si tiene alta bajarla con un baño, están controlados”.
También aseguró que los niños y niñas deben estar bien hidratados, preferiblemente con leche materna para que cuenten con los anticuerpos necesarios.
Por otra parte, Fernández indicó que “si el bebé presenta una agitación muy importante que no le permita respirar o mamar, sí o sí deben consultar de manera urgente al médico o dirigirse al Hospital de la Madre y el Niño para poder medicar y en caso que se requiera, internar”.
A la vez, brindó recomendaciones generales para reducir la exposición al VSR: “Lavarse las manos con agua y jabón, usar alcohol en gel antes y después de tener contacto con el bebé, mantener al niño alejado de personas que estén enfermas, ventilar los ambientes, mantener la lactancia materna en forma prolongada y tener el calendario de vacunación completo”.
Por último, el profesional recordó que, aunque no existe una vacuna para el VSR, una de las medidas que no debe ser olvidada es la protección pasiva, mediante la administración de anticuerpos específicos, denominados científicamente anticuerpos monoclonales, durante la época estacional de circulación del virus.
En nuestro país, el Ministerio de Salud de la Nación suministra la protección pasiva a toda la población que lo requiera: bebés prematuros y/o con cardiopatías congénitas, según criterios preestablecidos y, a su vez, la Sociedad Argentina de Pediatría actualiza periódicamente dichos criterios de uso para todos los pacientes.