Mario Romero Bruno, médico epidemiólogo, director del Hospital Central de Formosa y miembro del Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19 “Dr. Enrique Servian”, señaló que haber limitado la circulación ayudó a disminuir los accidentes de tránsito o hechos delictivos que dejaban personas heridas y requerían de atención en una Unidad de Terapia Intensiva (UTI), hoy ocupadas en su mayoría en la atención de pacientes COVID.
“Si al aumento de la necesidad hospitalaria por coronavirus le sumamos los pacientes por accidentes y agresiones, va ser difícil poder atender a todos con la misma calidad que se necesita”, remarcó.
En este contexto, puso en resalto el trabajo diario de todo el personal de ese nosocomio y comentó que al momento hay 65 personas infectadas, más del 90 por ciento menores de 60 años de edad, y en su mayoría con asistencia respiratoria mecánica. Para el especialista, se debe a que “la nueva variante afecta a los más jóvenes y es más agresiva”.
Señaló además que el Hospital Central cuenta con un piso exclusivo para pacientes COVID: “En el piso de arriba hay 14 camas con respiradores para terapia intensiva y en planta baja se agregaron ocho respiradores más, en total hay 22 respiradores exclusivos para casos graves”.
Asimismo, el sector de emergencia cuenta con divisiones y lugares de aislamiento para atención de los pacientes que ingresan con síntomas.
En cuanto al trabajo diario, Romero Bruno comentó que “lo único que se suspendió fueron las cirugíasy consultas ambulatorias programadas”.
Finalmente instó a la población a que “aumenten su cuidado personal e intensifiquen los protocolos sanitarios que es lo que nos mantendrá a salvo, y hagan únicamente lo que sea urgente, es lo que necesitamos para controlar el aumento de casos”.