También insistieron en que la vacuna no evita los contagios, sino que reduce la probabilidad de fallecimiento en la persona infectada.
El médico infectólogo, Julián Bibolini fue consultado acerca de la tasa de fallecimientos en la provincia de Formosa en el marco de una nueva conferencia de prensa del Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID 19 “Dr. Enrique Servián”.
Al respecto, al profesional explicó que, los fallecidos, en general, “aparecen” hasta 14 días después de los diagnósticos, es decir que, “hasta que bajen significativamente esos diagnósticos hay que esperar ese tiempo para empezar a ver el descenso de fallecidos”.
“La tasa de letalidad que mantenemos en 1,7 no la pudimos bajar, es lo máximo que logramos, tampoco subió, creo que Nación supera el 2%, por lo tanto, nosotros estamos dentro de los parámetros más que aceptables”, indicó.
Y aclaró: “A pesar de eso están los fallecidos, una cosa son los datos estadísticos y otra cosa, las personas que pierden sus familiares. Hacemos todo lo posible para que eso no pase, a veces no se puede, pero ponemos todas las herramientas con las que contamos en todas partes”.
En otro orden, Bibolini señaló que son 134 los pacientes que cursan activamente la infección internados en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) que cada nosocomio dispone.
“De esos son las que más atención y cuidados requieren, tienen pronóstico reservado, tienen la mayor posibilidad de fallecer por más tratamientos que se hagan, es la evolución de la enfermedad”, anticipó.
Y agregó: “No hay un tratamiento que cure la infección, sino que hay tratamientos para disminuir la posibilidad del fallecimiento. Lo más importante es la prevención: evitar los contagios a través de las medidas del distanciamiento social, uso del barbijo y el lavado de manos”.
También el profesional sumó al listado la aplicación de la vacuna, pero recalcó que, “por más que se tenga una o dos dosis” no evita que la persona no se infecte, sino que sirve para disminuir la posibilidad de fallecimiento del paciente.
“Así que igual debo cuidarme hasta, por lo menos, que la circulación viral a nivel regional sea ínfima, ahí recién podremos volver a hablar de si es necesario usar barbijo y distanciamiento y pensar en cambiar estas conductas”, concluyó.