El doctor Juan Villamayor, director asociado del Hospital Cruz Felipe Arnedo de Clorinda, brindó su testimonio como paciente recuperado de COVID-19 y donante de plasma. Dijo estar “inmensamente agradecido” con los profesionales que lo atendieron en el Hospital Interdistrital Evita.
En diálogo con AGENFOR desde la segunda ciudad, contó que en el mes de noviembre del año pasado le tocó cursar la enfermedad. “Contraje COVID-19 por un contacto estrecho e inmediatamente también mi familia, mi señora y mis dos hijos menores”, indicó.
“Fuimos trasladados al Hospital Interdistrital Evita de Formosa Capital, donde nos atendieron de maravillas –resaltó-. El personal se portó de forma excelente con nosotros y estoy inmensamente agradecido”, marcando que “gracias a Dios, cursamos la enfermedad sin complicaciones”.
Tras señalar que permaneció internado 24 días en el nosocomio, sostuvo que “volvimos a casa bien, recuperados todos, con la buena noticia de que este año aumentaremos la familia porque mi esposa está embarazada. Ella rindió su última materia online en el hospital y se recibió de abogada”.
Relató que el pasado sábado realizó la donación de plasma. “Estuvo el personal del Hospital de Alta Complejidad, del Servicio de Hemoterapia. Hice una primera entrevista y después coordinamos la extracción, que se hizo efectiva el pasado sábado”, dijo.
En otro orden, subrayó que desde su rol de director asociado del Hospital Cruz Felipe Arnedo acompañó a la comitiva del Ministerio de Desarrollo Humano, encabezada por el ministro Aníbal Gómez, en la presentación de nuevos equipamientos para el referido nosocomio, los que se traducirán en una mejora sustancial para los pacientes que acudan al mismo.
“El hospital está recibiendo en forma continua el apoyo del MDH, a cargo del doctor Gómez, y por supuesto del gobernador Gildo Insfrán. También se han efectivizado nombramientos de médicos y profesionales de la Enfermería, sobre todo en áreas críticas, como es el Servicio de Terapia Intensiva que fue habilitado”, enfatizó el facultativo.
Puso de resalto que “son innumerables los avances que hemos tenido en este tiempo, que han marcado un rumbo mejor para nuestro hospital. Seguimos avanzando en forma continua”.
“El COVID es una enfermedad muy agresiva”
El licenciado Jorge González, encargado de la Terapia Intensiva del Hospital de Clorinda, es otra persona que venció a la enfermedad.
“En el mes de abril, comencé con algunos síntomas como fiebre y dolor de garganta, por lo cual me aislé en mi domicilio. Al día siguiente fui al hospital para hacerme los estudios, que arrojaron resultados positivos. Ahí me internaron y a los tres días empecé con mucha dificultad respiratoria”, reseñó, siendo derivado a la capital provincial.
En el Hospital de Alta Complejidad (HAC) estuvo 10 días en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI). “Padecí mucho, el COVID es una enfermedad muy agresiva y la sensación de falta de aire es terrible”, recordó.
Contó a esta Agencia que los partes médicos que les brindaban en ese momento a sus familiares no eran alentadores. “Había muchas chances de que me pusieran un respirador por la complicación del pulmón, que estaba todo ‘tomado’ por el COVID”, explicó.
“Fueron cinco o seis días de mucha dificultad respiratoria, donde uno no puede ni comer ni despegarse un segundo siquiera de la máscara de oxígeno. Realmente la pasé muy mal”, dijo a AGENFOR.
“Gracias a Dios, los profesionales que me atendieron pudieron revertir el cuadro, llevaron adelante trabajos que son muy difíciles. Tuve la suerte, gracias a esas personas, esos altos profesionales del HAC, de salir adelante”, finalizó.