Walter Rojas, del barrio Virgen del Carmen conversó con AGENFOR sobre la delicada situación de salud que atravesó al contraer COVID-19 y cómo vive hoy, después de esta experiencia, que le cambió la vida.
Rojas es uno de los 41.692 sobrevivientes de coronavirus en Formosa y reconoció que “se relajó” en los protocolos sanitarios y se contagió en su ámbito laboral, por lo que instó a la población que “por favor se cuiden siempre, debemos tomar precauciones” y agradeció al personal de salud que lo contuvo y atendió en sus días de internación.
“Me quito el sombrero ante todos los doctores, enfermeros, enfermeras, ayudantes, la atención que nos daban era impresionante, pasas a ser un hijo más de ellos y se ponen en tu lugar, se emocionan cuando un paciente es dado de alta, la calidad humana es impresionante. Todo el tiempo están pendiente de vos, dónde te duele, hasta me bañaron”, relató.
Tras pasar por el cuadro grave de la enfermedad y siete días con respirador artificial, su mensaje es claro: “Esto no es joda, debemos tomar precauciones, ayudar a quienes nos cuidan, yo veo los carteles en los negocios que nos piden tomar distancia y no se respetan, después es fácil echar la culpa a los demás, pero no es fácil hacerse cargo de uno mismo”.
“Yo me contagié trabajando, no haciendo cacerolazos ni nada de eso como otras personas, debemos tomar conciencia, no es una gripe, es diez veces más de lo que me esperaba”, añadió.
Por último, Walter Rojas se refirió a la campaña de vacunación, lamentó el haber estado en contra de las inmunizaciones en un inicio y dijo no desear a nadie que padezcan COVID-19.
“Yo estaba en contra de la vacuna antes, luego vi lo que produce y los cambios, hoy aconsejo que nos vacunemos, pero que nos sigamos cuidando porque igual puede agarrarte la enfermedad, pero de manera leve, no como ya la pasé que no se lo deseo ni a mi peor enemigo”, sentenció.