Orientada a niños de entre 6 meses y 5 años.
A cargo de la Dirección de Maternidad, Infancia y Adolescencia del Ministerio de Desarrollo Humano y a través de estrategias que proponen el manejo comunitario, como herramienta para mejorar la nutrición en niños con riesgo de bajo peso, que tienen entre 6 a 59 meses de edad y residen en comunidades originarias.
Dichas estrategias ya se encuentra en marcha en el barrio Namqom, de esta ciudad capital, mediante el trabajo de los nutricionistas y la colaboración de otros profesionales del equipo del centro de salud emplazado en este barrio, quienes apuntan a la prevención, detección y diagnóstico temprano, y el tratamiento oportuno de trastornos nutricionales, en dicha franja etaria.
La responsable de la Dirección de Maternidad, Infancia y Adolescencia, Licenciada Mónica Guillermo, explicó que el mismo proyecto se está aplicando en comunidades de las provincias de Salta y Misiones “en tanto Formosa fue la tercera provincia seleccionada para su aplicación”, y añadió que “comenzó en el barrio Namqom y vamos a continuar en colonia La Primavera, luego en Bartolomé de las Casas e Ingeniero Juárez, donde iremos trabajando con las distintas poblaciones originarias”.
En el centro de salud Namqom, el equipo a cargo del seguimiento está conformado por nutricionistas, enfermeros y agentes sanitarios. Al respecto, indicó que el abordaje es esencialmente “comunitario”. Por lo tanto, el agente sanitario tiene un rol clave. Son los encargados “de captar tempranamente a los niños con complicaciones nutricionales, para posteriormente, derivarlos al CRENA (Centro de Recuperación Nutricional Ambulatorio) que funciona en el propio centro de salud del barrio”.
Por su parte, la responsable del área de Nutrición, desde donde se coordina el proyecto, licenciada Marianela Rojas, indicó que la estrategia tiene por objetivo principal “la detección temprana de los chicos que están en una situación asociada a una nutrición inadecuada, para luego identificar el tratamiento que debe aplicarse, optimizando así la atención y el abordaje que favorezcan su pronta recuperación”.
“El niño es captado y una vez que se realiza la evaluación antropométrica y se verifica el diagnóstico, se le entregan los nutraterapeúticos. Son alimentos de consumo instantáneo, listos para usarse”, detalló, describiendo que “el tratamiento es ambulatorio, con un monitoreo permanente y constante”.
En relación a las características del alimento utilizado, precisó que “es de consistencia blanda, con proteínas, vitaminas, minerales y 500 calorías por porción. Una pasta súper energética que viene en un sobrecito que se abre y se come directamente. Se dosifica en base al peso del niño y al diagnóstico nutricional que se establece. La entrega se hace de acuerdo al consumo diario, semanal y mensual, que varía según la programación que hagan los nutricionistas, en este caso del centro de salud Namqom”.
Destacó en el cierre que, para afianzar y poder realizar con mayor exactitud los procedimientos de detección, los agentes sanitarios reciben “frecuentes y periódicas capacitaciones” orientadas a la “oportuna captación de los niños” y, al mismo tiempo, a promover en las familias y en la comunidad la importancia de la buena alimentación, rica en nutrientes necesarios para mantener la buena salud desde la infancia.