El administrador de la Unidad Provincial Coordinadora del Agua (UPCA), el ingeniero Horacio Zambón, en diálogo con AGENFOR, se refirió a la preocupante bajante de los ríos, y por ende, las sequías que se experimentan en la provincia.
En lo que refiere a los ríos Pilcomayo y el Bermejo, explicó que al transitar este mes de julio, ambos comienzan un período de receso total de manera natural hasta fin de año.
Y señaló que esta instancia es útil para realizar todas las acciones en terreno, a partir de las obras planificadas y aprobadas con anterioridad, en un ámbito nacional, como el caso del Pilcomayo fundamentalmente.
Asimismo, diferenció al río Paraguay, que al formar parte de la Cuenca del Plata junto al Paraná, Uruguay e Iguazú, “se encuentra en una bajante similar a la de 1944”, agregando que el Paraguay y el Paraná están desarrollando un proceso de “bajante extraordinaria”, a tal punto que la preocupación se extiende en los tres estados que recorre su curso fluvial, Brasil, Argentina y Paraguay.
En este sentido, expuso los impactos que podría tener esta problemática, siendo la más importante la afectación en la toma de agua para consumo humano, es decir en el abastecimiento a las plantas de agua potable; además la navegación fluvial, ya que ambos ríos se encuentran dentro del proyecto “Hidrovía Paraná-Paraguay”.
También impactaría en las familias pesqueras, porque al descender las aguas pueden haber procesos erosivos que ponen en peligro infraestructuras en cercanías de las márgenes y en el futuro no se puede descartar la posibilidad de incendios, recordando que todo el paisaje del curso fluvial está asociado al de los humedales, donde la característica principal es contar con vegetación acuática que, al perder la humedad necesaria, pueden desembocar en incendios, consideró.
Otra problemática a esta bajante podría ser la refrigeración necesaria para las centrales de generación eléctrica, ya para su normal funcionamiento necesitan agua que se obtiene de los ríos, en este caso el Paraná.
Rio Paraguay
En el año 2020 hubo una seca “extraordinaria”, en la que toda la Cuenca del Río de La Plata y el Gran Chaco sufrió una histórica sequía, indicó a AGENFOR, destacando que el accionar del Gobierno de Formosa logró atender las necesidades básicas de las personas y dar una respuesta satisfactoria a la producción.
Zambón resaltó que actualmente la escala hidrométrica del Puerto de Formosa marcó 1,13 metros, comparándolos con la medida de julio del año 2020 en el mismo mes que registraba medio metro más de agua, señalando que en ese año se transitó una de las bajantes más históricas con valores negativos, por debajo del cero.
Por eso, para este año se espera que las aguas de este río desciendan categóricamente alrededor del mes de octubre, advirtió.
Obras hídricas
El especialista mencionó el caso del Bañado La Estrella, que recibe las aguas del río Pilcomayo, donde se destaca la obra hidrovial en la Ruta Nº 28 que, frente a la sequía extrema vivida, ha cumplido su objetivo de satisfacer prioritariamente todas las necesidades de las localidades cercanas y las producciones agrícolas-ganaderas.
Además enfatizó en que las obras concretadas permitieron la llegada de agua a Palo Santo y Pirané, también las de reactivación del Riacho Monte Lindo Grande, a la altura de Pozo del Tigre y Estanislao del Campo, como así también las realizadas en cada represa del localidades del interior, que dan cuenta del accionar realizado desde el Gobierno provincial con fondos del Tesoro Provincial.
Y avanzó en precisar que con las obras enmarcadas desde Nación se evidencia la visión federal de toda la problemática hídrica de la Argentina, a diferencia de años atrás, con la que a partir de la visita al territorio formoseño del ministro de Obras Públicas de la Nación Argentina, Gabriel Nicolás Katopodis, y la firma de una serie de convenios, se priorizan las obras necesarias, aseveró.