Como todos los viernes, se realizó una nueva jornada de las ferias francas en la ciudad capital, la cual fue definida por el coordinador de Comercialización del Instituto PAIPPA, el ingeniero Daniel Coenes, como “exitosa”.
En diálogo con AGENFOR, destacó que a pesar del calor “los vecinos concurrieron a comprar los productos de excelente calidad”.
“Como en cada edición, es un encuentro entre el vecino y el paippero, donde los formoseños podemos acceder a estos productos inocuos, frescos, cosechados por trabajadores formoseños”, sostuvo y remarcó: “Como todos los viernes es una alegría recibirlos a ambos grupos”.
Además, recordó que uno de los objetivos de esta actividad es que “el productor reciba un pago justo por su trabajo y, a su vez, el consumidor abone un precio acorde”.
En este sentido, aseguró: “Los precios que se ofrecen en la feria son por debajo de los que se encuentran en el supermercado o verdulería de barrio”.
Por otra parte, adelantó a esta Agencia que se encuentra en tratativas la posibilidad de nuevas sedes de la feria en otros barrios de la ciudad capital.
Al respecto, especificó: “Estamos trabajando en la posibilidad de que vengan más productores para poder tener otros puntos de venta y uno de ellos estaría ubicado en el barrio La Nueva Formosa”.
También, explicó que por la pandemia se tuvieron que focalizar en cumplir y llevar a cabo el protocolo sanitario. “Teníamos que respetar el aforo de productores y esto llevó a la decisión de que los mismos tengan que ir rotando” y celebró que actualmente ya se encuentran trabajando con el 100% de los productores.
Cabe recordar que los puntos de ventas son el playón del organismo, ubicado en Padre Grotti Nº 1040, y el predio ferial del barrio La Paz.
Desde el inicio
Esta Agencia también dialogó con un paippero de Villa Dos Trece, quien contó que la venta de sus productos es un trabajo familiar y que junto a su señora todos los viernes participan de la feria, cada uno en un punto de venta distinto.
“Hace 20 años comercializamos en la feria, tenemos nuestra clientela fija”, celebró.
A su vez, compartió su alegría al expresar: “Nuestros hijos siempre nos ayudaron y trabajaron con nosotros, el PAIPPA nos dio esta posibilidad, que todas las semanas podamos vender nuestras cosechas”.
A su turno, Gilda, paippera de capital, manifestó que también trabaja en familia: “Mi hermano que vive en el barrio Lote 4 es el que siembra” y puso en resalto que los productos que le faltan le son provistos por otros comerciantes de Naineck, Palma Sola y Tatané. “Nos ayudamos entre todos”, subrayó.
Con alegría esbozó: “Mis padres iniciaron con la feria y estoy profundamente agradecida porque tengo muchos clientes”.
Consumidor
A su turno, Ricardo, un consumidor habitual de la feria, confesó que todos los viernes asiste no sólo por los buenos precios, sino por la calidad y variedad de los productos.
“También, quiero remarcar que el trato que el consumidor recibe desde que llega hasta que se va, es excelente. Es decir, son muchos los motivos que hacen que semana a semana volvamos elegir la feria franca”, concluyó.