Además, preocupan los siniestros viales que, en promedio, se atienden 53 por semana, confirmó el jefe del área. No obstante, indicó que al ser una problemática de hace años, existe un trabajo en conjunto con la Policía y el SIPEC.
El jefe del Servicio de Emergencias del Hospital Central, el doctor Martín Puga, se refirió al trabajo que se lleva adelante en esa área poniendo de resalto que ante la pandemia “los protocolos de atención fueron perfeccionándose”. “Al igual que el funcionamiento del hospital fue cambiando, brindando actualmente una atención polivalente en la salud”, precisó en una entrevista a AGENFOR.
En relación al COVID-19 advirtió “todavía no pasó”, ya que “existen nuevas mutaciones del virus, por lo que tenemos que estar siempre alertas y generar nuevas formas de pelear contra él”.
Y confirmó también que el sistema del Servicio de Emergencias del nosocomio de la ciudad de Formosa, “volvió a funcionar como lo hacía previo a la crisis sanitaria desatada por el COVID-19”.
Sostuvo además que “la pandemia nos permitió aprender”, citando que por ejemplo en el caso de las consultas del interior, “anteriormente venían sin aviso, lo que no permitía preparar una respuesta”.
En cambio, después de superar los momentos de crisis en los meses de mayo, julio y julio de este año en Formosa Capital, “se logró una sistematización más fluida con el interior provincial”, resaltó.
De esa manera, puso en relieve que “podemos atender a todo tipo de pacientes, estando siempre preparados y alertas para cualquiera de las patologías de emergencia que afecten no solamente a las personas de la capital, sino de toda la provincia”.
Accionar médico
A su vez, en cuanto a esta área que pertenece al tercer nivel de atención de complejidad de la salud pública, el doctor Puga se explayó más sobre el concepto de emergencia, enunciando que “es toda aquella situación que ponga en riesgo la vida de un paciente en forma inmediata”, relacionado además “con el concepto de urgencia, que son aquellas dolencias que requieren un accionar médico inmediato para solucionarla, sin poner en riesgo la vida de la persona”.
No obstante ello, remarcó que atento a que “somos un sistema abierto las 24 horas, en ambos casos, se debe dar una respuesta” a quien lo demande.
Las tres zonas
“Entonces, se dividió en tres zonas el Servicio de Emergencias –pormenorizó-. En la primera zona de consultorio, vienen los pacientes con patologías que si bien son urgentes no son de emergencia como cólicos renales, dolor de garganta, entre otros; a quienes se les da un diagnóstico y se los deriva a los consultorios de especialistas que correspondan”.
En la segunda sala o zona van los pacientes ya seleccionados que dejan de ser de urgencia para requerir una atención más específica. Y la tercera y última zona es adonde llega el paciente en la ambulancia en estado grave o crítico, lo cual representa el 40% de la atención.
En otro tramo de la extensa entrevista con AGENFOR, el doctor Puga consultado sobre las atenciones, informó que pasado el momento de crisis, “para los meses de julio, agosto, septiembre y octubre, las atenciones fueron subiendo a niveles normales, aunque todavía no hemos alcanzado los meses previos a la pandemia”, consignando que se atienden actualmente de 110 a 120 pacientes por día” en el Servicio de Emergencias del Hospital Central.
Siniestros viales
“Tenemos un promedio de 53 siniestros viales por semana”, consignó, pormenorizando que “esto habla de que si bien no es igual la cantidad de pacientes previo a la pandemia, si estadísticamente aumentaron los accidentes de tránsito”.
Ante esto, el director del hospital, el doctor Mario Romero Bruno, activó un sistema de cargas estadísticas en el que conjuntamente trabaja Emergencias, la Policía y el Sistema Integral Provincial de Emergencias y Catástrofes (SIPEC), “para poder hacer un mapa problemática de las áreas de mayor cantidad de accidentes”, amplió.
“Esto a los fines de poder trabajar los tres sistemas juntos –indicó-. De manera tal que, el trauma de los siniestros que es una epidemia que no tiene solución hace años, al menos podamos trabajarla en la prevención que es la única forma de evitarla”, continuó.
Inclusive repasó que antes de la medida del uso obligatorio del casco, las terapias intensivas de la provincia estaban ocupadas en un 80% los fines de semana por traumatismo de cráneo encefálico graves en pacientes jóvenes.
“En cambio, con su utilización actualmente bajó a un 20%, lo que quiere decir que lo implementado realmente funcionó”, aunque advirtió que igualmente como “el número total de accidentes no disminuye, se debe hacer mucho hincapié en la prevención”.
En cuanto al SIPEC –que tiene una de sus bases en el nosocomio-, enalteció que fue otra de las cuestiones que se reforzaron por la pandemia, por lo que “al haber aumentado el número ambulancias, facilitó y agilizó la atención de los pacientes”.
Por todo lo expuesto, elogió esta política sanitaria implementada por el gobernador Gildo Insfrán, de crear un lugar como este servicio de emergencias, al reconocer que por su experiencia, –habiéndose formado en Emergencias en Buenos Aires y recorrido diversos sitios de renombre en cuanto a salud-, “genera en la actualidad un espacio que presta atención tanto a la urgencia como a la consulta habitual, lo que demuestra que en definitiva el objetivo es atender a cada una de las personas como un paciente y no como un número más”, concluyó.