En diálogo con AGENFOR, el responsable del Departamento de Vectores y Zoonosis, de la cartera de salud provincial, el médico veterinario Alejandro Romero, ratificó que continúan de forma constante las acciones para combatir el flagelo del dengue en toda la provincia, debido a las altas temperaturas que favorecen la proliferación del vector: el mosquito aedes aegypti.
“Se viene trabajando en las distintas bases operativas de la provincia, capital y el interior y también en aquellos municipios con los cuales se puede realizar un trabajo articulado”, indicó.
Y resaltó la importancia de las tareas que se llevan a cabo y que consisten en visitar viviendas particulares, promover la concientización, detectar y tratar focos y hacer hincapié en la eliminación de recipientes no útiles y descacharrizado dentro de los hogares formoseños.
“Los floreros con agua, reemplazar con arena ligeramente húmeda, botellas con agua que no se cambian, baldes, y otros elementos en los que la gente acumula agua y no se renueva de manera permanente, tapar los tanques de forma correcta”, detalló.
Y agregó: “En el interior debido a la importancia de acumular agua, se recomienda a la gente tener bien cerrados los tanques o bien se procede al tratamiento con los larvicidas que son aquellos que matan las larvas de mosquitos y son provistos en nuestra provincia por el laboratorio LAFORMED que, dosificado sistemáticamente, cada siete días, evita la presencia de larvas”.
En ese sentido, el funcionario instó a “no bajar los brazos” en el combate del mosquito, “sobre todo para evitar que tengamos el impacto de dos enfermedades como el COVID y dengue”; y reiteró el trabajo “sumamente importante” que “debemos mantener para evitar la presencia de un número importante de casos de esta enfermedad”.
En cuanto al accionar ante la presencia de un caso sospechoso de la enfermedad, Romero explicó que desde la cartera que conduce, controlan los focos de la manzana donde vive el paciente y las ocho que la rodean.
“Es decir aquellos recipientes que tienen larvas y también de mosquitos adultos, a través de la fumigación para evitar que esos mosquitos transmitan la enfermedad de la persona infectada a las personas que están sanas”, señaló.
Y añadió: “Posteriormente esas muestras son remitidas al laboratorio para poder confirmar si se trata de dengue u otra patología, pero la sola sospecha de la enfermedad son motivo de acción y control”.
Por último, el responsable de zoonosis, dijo que estas acciones son un trabajo programado y se llevan adelante con las áreas vecinas entre sí, “de tal manera que, tras un ciclo de tres o cuatro meses, se vuelve a visitar la zona donde con anterioridad pasó la brigada sanitaria”.
“Ocurre muchas veces que las viviendas están cerradas, porque los dueños no están, no escuchan, estaban durmiendo, pero el trabajo se realiza durante todo el año de manera ordenada y organizada para poder cubrir todos los barrios de la ciudad y el interior de Formosa”, concluyó.