Desde los distintos organismos de la provincia, entre ellos las cinco experimentales de CEDEVA, se trabaja actualmente en acciones y planes concretos para ayudar a la recuperación de los pequeños productores de los efectos sufridos por sus cultivos –sobre todo en el de banana- por la prolongada sequía y las elevadas temperaturas en la Región Subtropical Norte.
Así por ejemplo, el Gobierno provincial ha puesto 20 mil plantas de banano para aquellos productores que quieran recuperar sus lotes.
El propósito es que tengan plantas nuevas para que, con el tiempo, cuenten ya con sus plantaciones recuperadas, según fue explicado.
En ese trabajo de apoyo a los productores –al que se sumaron los jefes comunales jurisdiccionales- se entregaron en estos días guías de batata sanas y libres de enfermedades al Municipio de Laguna Naineck –gestión en la que colaboró decididamente el intendente Julio Murdoch- para que los productores hagan sus almácigos y tengan de donde plantar la variedad Okinawa 100.
Actualmente se están rehaciendo todas las “madres” del invernadero para tener en la primavera un volumen importante de modo tal de abastecer también a otros Municipios de la jurisdicción.
Ese volumen significa 200 mil plantas con la entrega de guías que tienen cinco yemas.
Con esta última entrega se cierra el invernadero, se lo desinfecta y se traen las pantas madres del laboratorio para tener brotes en la primavera y comenzar así ese proceso de distribución solidaria en otras Comunas.
En ese trabajo con los Municipios desde el CEDEVA Ceibo 13 se está apoyando a los productores en trabajo conjunto con el intendente de Tres Lagunas.
En el encuentro participó por el CEDEVA Ceibo 13 su director, el ingeniero José Villarreal Filipovich.
Básicamente, la asistencia incluye a los cultivos de bananas, cítricos y batata, las tres áreas con las que las partes trabajarán en común.
El plan hídrico
Directivos de CEDEVA opinaron, además, que las obras del Plan Hídrico Provincial han evitado que las situaciones de emergencia agropecuaria como las actuales tuviesen dimensiones catastróficas, para señalar que lo ejecutado para aprovechar las aguas del Pilcomayo y los dos acueductos proyectados son una verdadera garantía para el futuro productivo de la provincia.
Sus referencias tienen que ver con la red de canales que el Gobierno provincial ideó para que en las épocas de sequía, como las que se soportaron en los últimos años, las carencias se aliviasen con el escurrimiento –a lo largo de centenares de kilómetros a partir del norte de Ramón Lista hasta comunidades del este- de las aguas de desborde del Pilcomayo para abastecer a las poblaciones distribuidas a la vera de las rutas 81 y 86.
También con dos proyectos estratégicos como el Acueducto para el Desarrollo del Oeste Formoseño y el Acueducto del Noreste, obras que ya debían estar funcionando, pero que fueron postergadas por el desfinanciamiento sufrido durante la administración macrista y que, tras la pandemia, han merecido la consideración del Gobierno del presidente Alberto Fernández.