A un año de la puesta en marcha de Soberanía Alimentaria Formoseña, el arquitecto Edgar Pérez, a cargo de la Subsecretaría de Defensa al Consumidor y Usuario, puso en valor las virtudes del programa que, al igual que el PAIPPA y sus ferias francas, transformaron la cadena de producción y comercialización formoseña.
En declaraciones recogidas por AGENFOR, destacó que “tener un programa provincial como Soberanía Alimentaria Formoseña ha materializado la decisión del gobernador Gildo Insfrán, que en plena pandemia impulsó este programa que nuclea a la producción primaria organizada en consorcios de las familias paipperas y, por otro lado, el aporte de las pymes formoseñas”.
Así se “fueron dando respuestas a través de diferentes modalidades: las ventas itinerantes que comenzaron en el interior una vez a la semana y después se sumaron los puntos fijos en la capital, los cuales ahora ya son tres, donde se vende en simultáneo”.
“Eso ha hecho que se comercializaran más de 380 mil kilos de alimentos, generando que las familias paipperas y las pymes que generan mano de obra pudieran recibir los recursos provenientes de esas ventas y que también miles de familias formoseñas tuvieran el beneficio de comprar alimentos de producción local a precios justos”, significó.
Consultado sobre si se cumplió el objetivo trazado al crear dicho programa, Pérez subrayó: “Indudablemente que sí y lo bueno es que el horizonte de crecimiento es mucho más amplio”.
“Fuimos por etapas –explicó-. Lo que se consolidó el año pasado fue el esquema del productor al consumidor en forma directa, acortando la cadena de comercialización, beneficiando los dos extremos siempre castigados: el productor pagando muchas veces en el mercado habitual un precio muy bajo por su mercadería y el consumidor abonando siete o diez veces más de lo que le pagan al productor los grandes centros de comercialización, mercados y supermercados”.
“Desde Soberanía Formoseña se demuestra que hay pymes formoseñas que tienen la voluntad de colaborar y el mejor ejemplo es que la familia productora paippera organizada es la que dio respuesta en medio de una crisis”, enfatizó el funcionario.
Esfuerzo compartido
A continuación, hizo notar que “a lo largo del año pasado, hubo dos rubros que recibieron el mayor impacto del incremento de precios: por un lado, frutas, verduras y hortalizas y por el otro, las carnes. Esos son precisamente los dos núcleos que tiene el programa para ofrecer variedad, cantidad y precios, sin resignar calidad”.
Además, puso en valor que Soberanía Alimentaria posibilita que “el esfuerzo compartido entre el Gobierno provincial y el privado también pueda lograr este objetivo de bajar los precios sin perder calidad”.
“A través de toda la logística, el trabajo y la decisión política del Gobernador, Soberanía llega a las diferentes localidades con el esquema de venta itinerante, haciendo una intervención sana del esquema de comercialización y en búsqueda de la justicia social, que es lo que se busca desde el Gobierno con este tipo de políticas activas”, finalizó.