Se lo utilizará para erradicar el picudo del banano
En la sede del Polo Científico y Tecnológico de esta ciudad proyectan la puesta en funcionamiento de un laboratorio destinado a la producción de bioinsecticidas. Se trata de una iniciativa que cobra actualidad en el contexto de la post pandemia.
El sitio elegido es el pabellón con que cuenta allí el CEDEVA de Formosa organismo que hace ocho años trabaja conjuntamente con Biofábrica Misiones, para producir un hongo que ataca al picudo del banano.
El acuerdo para este emprendimiento fue rubricado oportunamente por el secretario de Ciencia y Tecnología, ingeniero Julio Aráoz y los titulares de las entidades que participarán en proyecto: ingeniero Jorge Balonga y José Cabral y el asesor de Biofábrica, doctor ingeniero Miguel Suárez Castellá, de la Universidad Central de Cuba.
Las partes ya vienen trabajando en el control de dicho insecto con un hongo que lo parasita. Además, todos los años se registra el recupero de hongos y se preparan trampas, observándose que es muy eficiente.
De allí, surgió la idea de producirlo a un nivel más importante para entregarlos, sobre todo, a los pequeños productores de banana, destacaron.
Asimismo, aclararon que la manipulación del hongo por parte de ellos no les provoca daño alguno y evita que apelen a insecticidas para controlar al insecto.
Al mismo tiempo, informaron que se trata de un hongo que se está utilizando en el sur del país para el control de langostas que es un problema que ya ha comenzado a manifestarse en esta región del Norte.
Por otra parte, en otros países con los que CEDEVA y Biofábrica tienen vinculación, se usa el hongo para el control del picudo del algodonero.
Por esto, la idea fue desarrollar, en base a este hongo que se pauperia, una serie de productos que puedan intervenir biológicamente controlando las plagas.
La pandemia ha retrasado un tanto la ejecución del proyecto, particularmente porque el principal asesor que aporta Biofábrica es de la Universidad Central de Cuba, país que mostró dificultades para el movimiento de la población durante la vigencia de la emergencia sanitaria, por lo que se aguarda la nueva normalidad para reactivarlo.
Evita insecticidas
Además, explicaron en el seno de CEDEVA que, la utilización de esta metodología evita afectar el ambiente con insecticidas sobre todo porque los recomendados para controlar este insecto son sumamente tóxicos, no solamente para el medio ambiente, sino también para las personas encargadas de manipularlo y aplicarlo.
En términos de sanidad, es una herramienta que sobre todo la familia agrícola va a poder usarlo como venía usando el agroquímico pero con poco impacto ambiental ya que no deja residuos, es inocuo para el uso y también para los que consumen productos de la chacra.
Se trata de una tecnología de avanzada para los pequeños agricultores y un proyecto que encara el gobierno de la provincia fijando su mirada en el futuro de la producción y de sus protagonistas en lo atinente, entre otras cosas, en las buenas prácticas.