El consumo de sal en exceso es perjudicial para la salud: aumenta la presión arterial a cualquier edad y contribuye al desarrollo de las enfermedades del corazón, principal causa de muerte en la población adulta de nuestro país.
En este marco, desde el Ministerio de Desarrollo Humano alientan a la población a limitar la ingesta de sal, ya que la hipertensión arterial (HTA), es una enfermedad que padece un elevado porcentaje de la población adulta y causa millones de muertes por año, en todo el mundo, siendo además el origen de enfermedades renales, cerebrovasculares e infartos, entre otras.
Las estadísticas revelan que en la Argentina, el consumo de sal es muy elevado, rondando entre los 10-12 gramos por día. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que sea menor de 5 gramos diarios (1 cucharadita).
¿Cuáles son los alimentos con mayor contenido de sal?
Los grupos de alimentos que aportan mayor cantidad de sal son: panificados, galletitas, productos de copetín; productos cárnicos; quesos, sopas, caldos, aderezos y conservas. Algunos contienen una elevada cantidad de sal y no son salados, ya que suelen presentar otros ingredientes que enmascaran su sabor.
Reducí la sal en casa
En primer lugar, moderá el consumo de alimentos procesados, es una medida muy efectiva, ya que dos tercios de la sal que consumimos están ocultos en estos productos.
Priorizá los alimentos naturales, principalmente frutas y verduras y la comida de elaboración casera. Cociná sin sal, y de ser necesario, agregá un poco luego de la cocción.Preferentemente,realzá el sabor de las comidas con hierbas aromáticas frescas, especias, jugo de limón, ajo y otros sabores naturales.Evitá el salero en la mesa, esto ayuda también a desarrollar un hábito saludable en los niños.
¡Prestá atención antes de comprar alimentos!
Antes de adquirir alimentos procesados, buscá la etiqueta que debe estar impresa en el envase y prestá mucha atención a la lista de ingredientes que contiene. Esto resulta muy útil para identificar si tiene sal añadida o algún aditivo con sodio. Comparalo con otro producto similar y elegí siempre el que tenga menor cantidad de sodio. Tené en cuenta que el consumo debe ser menor a 5 gramos por día.
Sal y sodio
Estos términos son diferentes. La sal es un componente natural y está formada por el mineral sodio, responsable del sabor salado. Los alimentos naturales -frutas, verduras, legumbres y carnes frescas- aportan pequeñas cantidades de sodio que son las que nuestro organismo necesita para su funcionamiento.
La sal es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación. Pero podemos distinguir entre la que agregamos al cocinar o servir las comidas en la mesa y la que proviene fundamentalmente de alimentos procesados, como por ejemplo: fiambres, embutidos, caldos, conservas y otros, que aportan alrededor del 70% del sodio consumido.
La sal tiene múltiples usos en la elaboración de alimentos: conservar, aportar humedad, textura, color y otros. Además, de añadirse específicamente como sal, el sodio se incorpora como parte de aditivos y agregados, es decir, compuestos que cumplen funciones específicas, por ejemplo: leudantes químicos (bicarbonato de sodio), resaltadores del sabor (glutamato de sodio), conservantes (lactato de sodio), etc.