Fecha instaurada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que tiene por finalidad que, cada vez, más personas conozcan y se informen sobre esta afección. Al mismo tiempo, concientizar sobre la importancia del diagnóstico temprano para dar al paciente el tratamiento adecuado que le permita recuperar su salud.
La enfermedad celíaca es una intolerancia total y permanente al gluten, una proteína que se encuentra presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno (T.A.C.C.) y en los productos derivados de estos cuatro cereales.
El gluten es un componente común en la dieta diaria. Se encuentra en alimentos como panes, masas y otros, pero en las personas celíacas, produce lesiones en la mucosa del intestino delgado, afectando a la vellosidad intestinal, alterando o disminuyendo la absorción de los nutrientes necesarios para mantener al organismo sano y que son aportados por los alimentos.
La afección puede desarrollarse en cualquier momento de la vida, desde el momento que el niño incorpora alimentos que contienen gluten hasta la adultez avanzada. Se presenta habitualmente en personas con predisposición genética a padecerla, con mayor frecuencia entre miembros de una misma familia.
Entre los síntomas se destacan: pérdida de apetito y de peso, retraso en el crecimiento, diarrea crónica, dolor y distención abdominal, retraso puberal, anemia crónica, alteraciones del carácter, aftas bucales, dermatitis herpetiforme, osteoporosis, fracturas, infertilidad, abortos repetidos.
Es fundamental que si se advierten alguno de los síntomas, se realice de inmediato la consulta médica. Asimismo, el diagnóstico temprano es necesario para que la persona pueda iniciar un tratamiento que mejore su salud y calidad de vida.
El inicio del diagnóstico se realiza a través del análisis de anticuerpos específicos en la sangre y la confirmación del mismo, se hace por medio de una biopsia intestinal.
En cuanto al tratamiento, los especialistas indican que, el único eficaz, es la eliminación de los alimentos que contienen gluten, un hábito que debe cumplirse de por vida, mediante una dieta estricta.
La consulta médica, los estudios y el diagnóstico, como el tratamiento, asesoramiento y seguimiento al paciente celíaco, son gratuitos desde la salud pública provincial y se puede acceder a ellos en los hospitales y centros de salud de toda la provincia.
Recomendaciones para comprar, almacenar y consumir alimentos libres de gluten
El director de Saneamiento, Bromatología y Zoonosis del Ministerio de Desarrollo Humano, Ingeniero José González, brindó una serie de consejos que deben tenerse en cuenta al momento de adquirir alimentos libres de gluten (ALG), lo mismo para almacenarlos y consumirlos.
En ese sentido, explicó que para comprar los alimentos libres de gluten, de modo apropiado, es necesario leer las etiquetas de los productos para identificar, en primer lugar, el símbolo “sin TACC” aprobado por la autoridad sanitaria y, en segundo término, para conocer los ingredientes que contiene.
En tanto afirmó que “Deben adquirirse siempre productos perfectamente envasados”, es decir que conserven la integridad del envase y “que estén bien rotulados”. Al respecto, enfatizó que “ante la duda, no deben comprarse”.
Señaló más adelante que, además, se puede buscar el producto “en el listado integrado online de alimentos libres de gluten” el cual está disponible en https://listadoalg.anmat.gob.ar/Home y es actualizado de forma permanente. “Los alimentos para celíacos deben estar ese listado y los consumidores pueden buscarlos y deben encontrarlos ahí”, insistió González.
De igual modo, para efectuar un adecuado traslado y almacenamiento, detalló que es fundamental “separar los alimentos libres de gluten de los que sí contienen gluten”.
“Ser muy cuidadosos una vez que se abren los envases, guardándolos en un recipiente separado que pueda visualizarse fácilmente del resto, para evitar el riesgo de que el producto libre de gluten, sea contaminado con otro que si lo tiene. Y si se sospecha que puede estar contaminado, no consumirlo”, consideró.
Es importante también, sostuvo “lavarse las manos frecuentemente, limpiar todas las superficies que se utilizan para la preparación de alimentos, tanto de los libres de gluten como de los que lo contienen. Destinar utensilios exclusivos para la elaboración de alimentos libres de gluten. Utilizar por única vez y desechar, los líquidos de cocción, como aceites, caldos, agua y otros”.