A través del trabajo interdisciplinario y, en conjunto, entre los distintos servicios.
Desde la dirección del hospital Central “Ramón Carrillo”, comentaron acerca del importante trabajo que se lleva adelante en el caso de pacientes que, como consecuencia de sus patologías, necesitan largos periodos de internación para recuperar su salud.
Esto se encuentra a cargo de un equipo de profesionales de múltiples especialidades, en el que intervienen simultáneamente varios servicios y áreas, de acuerdo a la necesidad del tratamiento indicado para cada paciente.
El Jefe del Servicio de Terapia Intensiva del nosocomio, doctor Ariel Vega, dio detalles sobre el abordaje ofrecido a cuatro pacientes con estas características, en este caso oriundos del interior de la provincia, que recibieron un tratamiento prolongado y que, actualmente, continúan con un seguimiento supervisado por el equipo de salud, en sus propios domicilios.
El especialista en cuidados intensivos explicó que estos pacientes, tres de los cuales son de Pirané, el otro de Laguna Yema, además de sus patologías preexistentes, transitaron la enfermedad de COVID, motivo por el cual, el tratamiento para la recuperación se hizo aún más intensivo y requirió de un arduo y comprometido trabajo de cada uno de los profesionales.
El tiempo promedio de internación fue de cinco meses. Pasaron en variadas ocasiones por procesos sépticos y recaídas. Sin embargo, “hoy, ya se encuentran de alta, en sus casas y previamente se les entregó, de manera gratuita, una serie de elementos como: sillas de rueda, cama ortopédica, colchón antiescaras, aspirador portátil y otros; más los insumos, desde los que deben utilizarse para la alimentación hasta los necesarios para el manejo de las vías respiratorias”, precisó.
Además, se adiestró a las familias “para darles las herramientas adecuadas en el manejo y la asistencia en la casa”, señaló. Por ejemplo, para que sepan reconocer las pautas de alarma frente a cualquier complicación que pueda presentarse “para que soliciten rápidamente la atención médica”, también las instrucciones sobre cómo higienizar a los pacientes y cómo manejar la vía aérea, entre otras tantas.
Más adelante, especificó que padecen “enfermedades neurocríticas”, por lo cual fue necesario que estén en intubación prolongada que, posteriormente, requirió traqueotomía y antes del alta “se les hizo la gastrostomía correspondiente, para que puedan alimentarse en sus casas”.
Tanto para sus patologías de base como para el COVID, se les dio el tratamiento habitual, pero debido a la complejidad por la coexistencia de las enfermedades “fue necesario acentuar la atención, ya que, por ejemplo, la rehabilitación respiratoria en ellos presentaba muchas dificultades y fue muy costosa”.
Alto compromiso profesional y humano
Vega puso de relieve el trabajo en equipo, que permite siempre “los mejores resultados a pesar de los problemas que pueden presentarse”. En ese sentido dio a conocer que “trabajamos en conjunto, los médicos de las diferentes especialidades, con el servicio de kinesiología, tanto para la rehabilitación neuromuscular, como respiratoria”, aclarando que, sobre esta última, se puso mucho énfasis “hasta que pudieron lograr su capacidad respiratoria”.
Destacó, igualmente, la intervención del equipo de nutrición, que desde sus conocimientos hicieron, sin dudas, un importantísimo aporte para el tratamiento de cada uno de los pacientes”. Al mismo tiempo, reconoció la “loable y denodada tarea que efectuó el personal de enfermería” con la asistencia y apoyo en todo momento.
“El hospital Central, cuenta con un gran equipo multidisciplinario, que trabaja no solo con calidad, compromiso y responsabilidad profesional, sino que demuestra, permanentemente, su alta humanidad. Nos fortalecemos y apoyamos entre todos, para hacer nuestro trabajo cotidiano y para dar al paciente la mejor atención posible”, valoró Vega en el cierre.