La bioquímica, especialista en microbiología ambiental y directora de Proyectos de Servicios, Débora Radovancich puso en valor que Formosa próximamente contará con la primera planta de bioinsumo en la provincia, que se construirá en el Polo Científico y Tecnológico.
En este marco, dialogó con AGENFOR y explicó en detalles qué es un bioinsumo y cuál es el objetivo de esta planta generadora de biotecnología que se instalará en Formosa.
Al principió hizo saber que los bioinsumos están definidos como todo producto que a base de extracto natural, derivados de microorganismo o propios microorganismos benéficos, se pueden fortalecer y utilizar a escala industrial, llevándolo a un producto comercial.
Y precisó que si bien, uno cuando ve un bioinsumo no lo diferencia del producto cotidiano, es importante “conocer”, agregando que “no es lo mismo un bioestimulante o biofertilizante que un fertilizante químico; y esto tiene un impacto social, ambiental y económico que se requiere trasmitir”.
Sobre esto, recalcó que la solución ya no es utilizar químicos, porque se sabe a escala mundial que hay una relación directa con el efecto negativo en la salud animal, vegetal y de humanos, además del deterioro del suelo, aseveró.
Por eso, señaló a esta Agencia que el hecho de que nuestro territorio cuente con esta planta de bioinsumos “forma parte del cambio de paradigma en el mundo y me enorgullece que podamos ser parte de ello” estimó.
Sumó que “nosotros tenemos la oportunidad de generar este tipo de biotecnología en la región, generando expectativas enormes, por lo que es un anhelo para mí llevar adelante este proyecto” dijo la profesional.
Y aclaró que desde la Planta de Bioinsumos y el Centro de Investigación y Desarrollo el objetivo es fabricar un producto biotecnológico que cuide a la sociedad, por eso todos los microorganismos que se van a utilizar para llevar adelante bioinsumo, son los propios que existen en la naturaleza.
Explicó que a partir de largas investigaciones lo que se hace es identificar y aislar microorganismos que existen en el suelo o en las plantas, que son benéficos, ya sean bacterias u hongos. Luego, en la escala industrial se realiza una reproducción masiva, bajo normas de calidad y asegurando que estos productos mantengan esa característica.
Y resaltó que el máximo desarrollo es convertir ese cultivo microbiano en un producto estable en el tiempo, “porque estos productos deben durar entre seis meses o un año para que el productor, que es nuestro beneficiario principal, pueda utilizarlo” marcó.
Además, expuso que la función de un bioinsumo no es solo fertilizar o biocontrolar, sino que también remedia los suelos, genera alimentos de calidad y aumenta el rendimiento, y todo lo hace simultáneamente, aseguró, destacando que “todo está demostrado y para aplicarlo nos basamos en sustentos científicos, aportes y vinculaciones con centros de investigación”.
A su vez, remarcó que este se adapta a la necesidad del beneficiario y la presentación comercial será principalmente en forma líquida, apostando al paippero que posee una producción mixta, pero que luego se pensará en extensiones medianas a grandes.
Planta de bioinsumos
En el edifico que se construirá “se trabajará con fermentación biológica” adelantó y enfatizó que “permitirá transmitir conocimiento a los jóvenes formoseños y que observen un proceso de innovación”.
Y esto, siguió, “es lo que quiere conseguir la planta de biotecnología, es decir una dinámica con la sociedad”.
Además, en relación al recurso humano, valoró que la fabrica contará con “mano de obra directa” para las diferentes áreas especializadas como el trabajo en laboratorio, o la parte productiva donde hay que entender sobre los distintos equipamientos, también personas capacitadas en términos informáticos y finalmente la distribución y logística.
Luego, generará nuevas fuentes de empleo “indirectos” porque “la importancia no reside solo en que exista una fabrica elaboradora de tecnología, sino que esa tecnología sea transferida al productor y para que pase eso es necesario técnicos que se capacitan, productores, generación de alimentos saludables y la sociedad entendiendo y adquiriendo ese alimento para cerrar el ciclo” insistió.