Hidratación adecuada, ambientes lo más frescos posible y el consumo de alimentos con bajo contenido de grasas, son algunos algunas de las recomendaciones que brindaron los especialistas para evitar el impacto de las altas temperaturas.
Desde el Ministerio de Desarrollo Humano alertaron, una vez más, sobre las medidas principales que deben tomar las personas, de todas las edades, a fin de evitar golpes de calor y otras afecciones a la salud que provocan los días más caluroso del año, sobre todo en nuestra provincia.
Entre los cuidados fundamentales, recomendaron sostener a lo largo del día una hidratación adecuada; tener una alimentación hipocalórica, es decir, con bajo contenido graso; permanecer en los lugares o ambientes más frescos posibles, evitar exponerse al sol y hacer actividades que requieren mucho esfuerzo, en los horarios de mayor intensidad.
Como mínimo se debe consumir 2 litros de agua diarios. Sin embargo, dicha cantidad, debe ser incrementada según las necesidades, teniendo en cuenta las edades y las condiciones de salud de cada persona o por ejemplo, cuando se realice actividad física.
Sobre lo último, explicaron que cualquier ejercicio físico, ocasiona pérdida de agua, por lo tanto, durante los días de más calor, se debe optar por hacerlo en horas tempranas por la mañana temprano o bien por la tarde, luego de la caída del sol.
Usar ropa de colores claros, liviana, en especial ropa de algodón, evitando telas como el nylon o poliéster. Usar gorras o sombreros, sobre todo cuando se va transitar durante las horas de sol. Usar anteojos de sol adecuados y utilizar protector solar, con un factor de protección de 30 como mínimo, son otras de las recomendaciones esenciales.
Riesgo
El golpe de calor es la manifestación del incremento de la temperatura corporal que se da como consecuencia de la falla en el mecanismo de la autorregulación fisiológica cuando existe una exposición corporal a los ambientes muy calurosos, con altas temperaturas.
Cualquier persona puede sufrir un golpe de calor, no obstante, los bebés y adultos mayores son los grupos de mayor riesgo. Por eso, las medidas de prevención deben intensificarse en esas franjas etarias.
Por ejemplo, en el caso de lactantes, en los días de más altas temperaturas, es necesario sostener la lactancia materna y darle el pecho a demanda. Y debe tenerse en cuenta que los adultos mayores suelen volverse menos sensibles a sentir sed, por tal motivo, con frecuencia se les debe recordar la importancia de tomar agua.
El golpe de calor ocurre con más frecuencias cuando las temperaturas del ambiente son elevadas, sostenidas y en días consecutivos. Los síntomas son variados: mareos, sensación de desvanecimiento, palpitaciones, sudoración excesiva al principio y piel caliente, letargo, cefalea, náuseas y debilidad, entre otros.
Con respecto a los bebés, uno de los síntomas de la deshidratación es que suelen estar muy tranquilos, con una baja en su actividad normal. Se quedan dormidos, pierden la iniciativa, o tienden a no comer ni llorar.
Ante un golpe de calor, señalaron que, si la persona es joven, se le debe dar líquidos, además de agua, bebidas con sales o jugo de frutas y luego procurar enfriar el cuerpo.
Y si la persona afectada es un adulto mayor o niño, sobre todo de corta edad, se les debe ofrecer abundantes líquidos. Y en todos los casos, si la persona se queda dormida o se desmaya, se debe llamar de inmediato a la línea telefónica de emergencia 107 o acercarla al centro de salud más cercano.