Una nueva jornada de controles de salud para estudiantes secundarios, fue llevada a cabo en la EPES Nº 57 del barrio Liborsi, con el objetivo de acentuar el monitoreo que se sigue a los escolares en esa etapa de la vida para corroborar su estado de salud y para detectar de forma temprana distintas patologías que pueden presentarse de manera silenciosa.
Además de las atenciones, en los turnos mañana y tarde, el equipo integrado por médicos y enfermeros, extendió certificados de aptitud física, un requisito solicitado por las instituciones educativas del nivel secundario, tanto para la inscripción al ciclo lectivo como para que puedan participar de las clases de educación física.
En el certificado de aptitud física se hace constar si el alumno “está o no apto” para hacer los ejercicios y otras actividades que requieren de un esfuerzo físico y eso está “estrechamente vinculado con los controles de salud, porque apuntan a disminuir los riesgos de que los y las adolescentes sufran complicaciones al momento de hacer estas actividades”, informaron desde la dirección del centro de salud “Luis María Codda”, del barrio Liborsi.
“Se hicieron controles antropométricos de peso y talla, medición de la tensión arterial y frecuencia cardiaca, evaluación del estado nutricional, antecedentes familiares y personales, más otros parámetros médicos que se establecen en general para los adolescentes”, precisaron.
Sobre lo anterior, aclararon que, en la niñez, los controles con el pediatra son frecuentes pero en la adolescencia “suelen ser más escasos, porque no van tan seguido a la consulta, salvo cuando se sienten un poco mal, o cuando ya tienen alguna enfermedad de base que requiere un seguimiento periódico”.
Al respecto, remarcaron la importancia de que los y las adolescentes, continúen con las evaluaciones de salud indicadas “de la misma manera que lo hacían cuando iban a la escuela primaria, porque los controles permiten detectar factores de riesgos que si no son tratados, oportunamente, pueden evolucionar en enfermedades, que en muchos casos, pueden ser crónicas y complicar seriamente la salud desde edades tempranas”.
Asimismo, indicaron que “también los controles, posibilitan al equipo de salud, detectar enfermedades que son silenciosas y que no manifiestan síntomas pero, igualmente, están en desarrollo. Y una vez que se advierten, pueden ser tratadas oportuna y adecuadamente para lograr la cura y pronta recuperación de ese o esa joven”.
Remarcaron más adelante que, el buen estado de salud, en este caso en la etapa de secundaria “es también un factor clave para el buen rendimiento escolar”. Por lo tanto, es fundamental que los padres, madres y otros adultos que puedan estar a cargo de los y las adolescentes “los lleven al centro de salud donde puedan hacer la consulta y cumplir con los estudios periódicos”.