Luego de haber sufrido un accidente de tránsito y, de tener como primer diagnóstico la amputación de una de sus piernas, llevó adelante un prolongado tratamiento que le permitió la recuperación de su pierna, de su salud en general y la posibilidad de trabajar nuevamente.
Nicolás Matías Di Paola, vecino de 32 años del barrio República Argentina, agradeció “infinitamente” a todo el equipo de salud que lo atendió durante el largo proceso que derivó en la recuperación de su pierna derecha, después del accidente de tránsito ocurrido en el año 2015, en la Avenida Maradona, cuando conducía una motocicleta.
“Mi recuperación llevó mucho tiempo. Desde el accidente, hasta prácticamente antes de la pandemia, me hicieron varios procedimientos aquí, en una clínica privada, luego en el Hospital de Alta Complejidad y en el Hospital Italiano, donde fui derivado”, comentó el joven.
Con gran empatía agradeció al Gobierno de la Provincia, al Ministerio de Desarrollo Humano y a todos los que lo atendieron, le brindaron ayuda y lo acompañaron “desde que sucedió el hecho hasta ahora, porque a pesar que ya estoy totalmente recuperado y puedo llevar adelante una vida normal, mis controles todavía siguen en el Hospital de Alta Complejidad, donde siempre me atendieron muy bien”.
En especial, expresó su gratitud al servicio social del Ministerio de Desarrollo Humano “que cuando me quedé sin obra social, al año de haber tenido el accidente, se ocuparon de todas las gestiones para que yo pueda continuar mi tratamiento y pueda tener todos lo que me hacía falta”.
Matías recordó con pesar que, al año del accidente, cuando se encontraba en pleno tratamiento, la empresa donde trabajaba lo despidió y, como consecuencia, se quedó sin obra social.
En esta línea, cabe resaltar que desde el servicio social se hicieron las gestiones para la derivación de Matías hacia el Hospital Italiano, para lo cual se le dio cobertura de traslado, mediante los pasajes gratuitos, el hospedaje y otros gastos que fueron articulados desde la cartera de salud provincial con la Casa de Formosa.
El agradecimiento particular fue extendido “a los enfermeros del Hospital de Alta Complejidad, que me dieron un apoyo increíble. Durante el tiempo que estuve ahí, me di cuenta del valor que tienen para los pacientes y de su rol fundamental. Realmente, gracias a ellos, pude sobrellevar mejor un largo y difícil camino que me tocó”.
“Ese momento fue angustiante porque estaba en una clínica privada, donde también me atendieron muy bien, pero al quedarme sin obra social, me suspendieron la atención y me derivaron al Alta Complejidad”, relatpó.
Y siguió: “Afortunadamente, llegué ahí, me conectaron con el servicio social, que cuenta con gente tan predispuesta, dedicada y amable. Ellos me gestionaron todo lo que necesitaba de manera gratuita”, recalcó.
Prestaciones
Luego del siniestro, el joven fue asistido de inmediato por el Sistema Provincial Integrado de Emergencias y Catástrofes (SIPEC), que además de los primeros auxilios, efectuó su traslado hacia el Hospital Central donde, en un primer momento, fue atendido.
Con fractura expuesta, aplastamiento muscular y pérdida ósea, fue derivado a una clínica privada, porque en ese momento trabajaba en una empresa y contaba con obra social que le cubrió las prestaciones por un año, hasta fines del 2016.
Al quedarse sin cobertura social, fue derivado al Hospital de Alta Complejidad “Pte. Juan Domingo Perón”, donde le realizaron una nueva cirugía con la colocación de insumos traumatológicos y le ofrecieron un tratamiento integral, que se extendió hasta el 2018, con periodos alternados de tratamiento en internación y ambulatorio.
Lo anterior incluyó un amplio proceso de rehabilitación kinésica y el abordaje del servicio de infectología, “porque tuve una infección, osteomielitis, que me trataron los especialistas y gracias su trabajo, lo puede superar”, refirió Di Paola.
Seguidamente, en el 2018, a los fines de completar el tratamiento, fue derivado al Hospital Italiano en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
“Desde el servicio social me cubrieron los pasajes, el alojamiento y la estadía. Allá, me conectaron con la Casa de Formosa, que realmente debo decir que hace un excelente trabajo para ayudar a todos los formoseños y formoseñas que llegan ahí y necesitan un acompañamiento”, expresó.
En ese nosocomio, Matías recibió una nueva intervención quirúrgica y un tratamiento “que duró hasta casi antes del inicio de la pandemia cuando volví a Formosa, con mi pierna completamente recuperada y con la indicación de seguir con los controles en el Hospital de Alta Complejidad que, en un primer momento, fueron mensuales y siempre se cumplieron a pesar de que estábamos en pandemia. Y ahora, los controles lo hago cada 6 meses”.