Así lo afirmó la diputada nacional María Graciela Parola, quien comentó, además, que en este día 13 de marzo al cumplirse los 10 años del Papado de Francisco, el primer Sumo Pontífice Argentino, los legisladores formoseños han suscripto, junto con otros legisladores/as, dirigentes, referentes sociales, religiosos e institucionales, argentinos y argentinas de distintos ámbitos de la vida pública, una carta que será enviada como salutación y reflexión conjunta ante este hecho tan trascendental para el pueblo argentino.
Recordó la legisladora que “cuando Francisco fue electo cabeza de la Iglesia Católica, se propuso agrandar las puertas del catolicismo para incorporar a todos quienes deseen sumarse a la comunidad, un gran desafío que lamentablemente a 10 años de ese hecho, en algunos lugares aún no se ha cumplido, pues se encuentra en los mismos ‘pastores’ reticencia, mensajes confusos, exclusión y una Iglesia que en lugar de acercarse a las comunidades se aleja y acusa con el dedo”.
Asimismo, agregó que el “Papa tiene una mirada desde la construcción, desde el amor, desde la comprensión de una Iglesia que asume la responsabilidad de estar cerca, de involucrarse con quienes lo necesitan, y no esa mirada juzgadora, acusadora, expulsiva de quienes no piensan como ellos, que muchas veces vemos y escuchamos en reiteradas homilías, sin ir más lejos, aquí en nuestra querida Formosa. Es como si a veces no escucharan al Sumo Pontífice, o si como, escuchándolo, se propusieran hacer y transmitir todo lo contrario”, dijo la Diputada.
En este sentido, amplió la legisladora, “debo reconocer, aún me asombra sobremanera la percepción que el Obispo y algunos de los sacerdotes de Formosa, tienen y transmiten a la feligresía, en relación a las ideologías políticas, tildándolas de manipuladoras y generadores de dependencia a través del dinero, demonizando a quienes militamos en espacios políticos populares y de permanente contacto con el prójimo, así como a ciertas acciones y medidas nacidas de la política que tienen como única finalidad mejorar la calidad de vida de los sectores más vulnerables de la comunidad; demostrando estos pastores concepciones totalmente opuestas a las esbozadas por nuestro Papa Francisco permanentemente realiza la reivindicación de la política como instrumento de transformación, de dignificación y de servicio e incluso afirmando que «involucrarse en la política es una obligación para un cristiano”.
De hecho, manifestó que: Nosotros no podemos jugar a Pilato, lavarnos las manos: No podemos». «Debemos inmiscuirnos en la política porque la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Y los laicos cristianos deben trabajar en política» (Text. Santo Padre al responder a una de las preguntas que le hizo uno de los jóvenes que recibió en el mes de junio de 2013 en el Aula Pablo VI, en el encuentro de alumnos y exalumnos de los colegios jesuitas de Italia y Albania), sostuvo la Diputada.
Y entre otros conceptos recordó también el mensaje de Francisco en su reciente visita a la República Democrática de El Congo, donde dejó un claro mensaje a los sacerdotes y diáconos, consagradas y consagrados, seminaristas, el Papa Francisco les dijo que: “Recordemos que, si vivimos para ‘servirnos’ del pueblo en vez de ‘servir’ al pueblo, el sacerdocio y la vida consagrada se vuelven estériles. No se trata de un trabajo para ganar dinero o tener una posición social, ni tampoco para resolver la situación de la familia de origen, sino que se trata de ser signos de la presencia de Cristo, de su amor incondicional; del perdón con el que quiere reconciliarnos; de la compasión con la que quiere hacerse cargo de los pobres…”.
Asimismo agregó Parola: “Creo que los mensajes del Papa son muy claros para todos y para todas, está en nosotros poder escucharlos y ponerlos en práctica, Francisco no ha esquivado nunca a temas trascendentales como la ecología, el cuidado de nuestra casa común, la política y la necesidad de que hagamos política de la buena para mejorar la calidad de vida de los pueblos, las vocaciones, la juventud, la justicia y la necesidad de terminar con la corrupción en los ámbitos judiciales y por supuesto el permanente impulso para acompañar y estar cerca de quienes más necesitan, de los más vulnerables, de los olvidados del sistema, nos impulsa constantemente a ser parte de una Iglesia de cercanía”, afirmó.
Para cerrar la diputada reflexionó: “podríamos analizar durante horas los conceptos y enfoques que en estos tiempos nos ha brindado el Papa Francisco, no solo a los católicos y católicas, sino al mundo entero, pero puntualmente resalto dos consejos que me han quedado marcados y los recuerdo siempre, uno es el que dice que “el verdadero pastor de un pueblo, es aquel que se anima a caminar delante, en medio y detrás del pueblo. Delante para señalar un poco el camino, en medio para sentir con su pueblo y no equivocarse, y detrás para ayudar a los rezagados y para dejar que el pueblo con su olfato también encuentre caminos” y por otra parte la reivindicación que hace de la política al mencionar que “una política que se desentiende de los pobres nunca podrá promover el bien común. Una política que se desentiende de las periferias nunca sabrá entender el centro y confundirá el futuro con un proyectarse a través de un espejo. Una manera de desentenderse de los pobres es despreciar su cultura, sus valores espirituales, sus valores religiosos, sea descartándolos o explotándolos para fines de poder. El desprecio a la cultura popular es el comienzo del abuso de poder”. Y agregó hoy vivimos tiempos en que el individualismo, bajo la premisa de la “libertad”, quiere hacernos sentir desprecio por lo nuestro, borrar nuestra historia, debemos estar atentos y atentas y saber siempre de dónde venimos, para reconocer donde estamos parados y tener claro el horizonte de hacia dónde queremos ir”, finalizó Parola.