Capacitación específica para el entrenamiento de las maniobras de RCP en bebés, niñas, niños y adolescentes.
Organizado por el Ministerio de Desarrollo Humano y la Sociedad Formoseña de Pediatría y coordinado por el Departamento de Docencia e Investigación del Hospital de la Madre y el Niño, la jornada de formación se desarrolló por dos días consecutivos en ese mismo nosocomio.
Estuvo dirigida a los pediatras y médicos residentes de pediatría que se desempeñan en los distintos servicios, especialmente a quienes brindan atención en el área de guardia de emergencias y en la unidad de cuidados intensivos pediátricos (UCIP).
Con una duración total de 10 horas, tuvo como disertantes a las doctoras Ana Carola Blanco, María José Bruera y Elena Guaita, médicas instructoras del Programa de Emergencias y Reanimación Avanzada de la Sociedad Argentina de Pediatría, entidad matriz.
Los principales temas desarrollados fueron: reconocimiento de insuficiencia respiratoria y shock: prevención del paro cardiopulmonar; manejo avanzado de la vía aérea. accesos vasculares de emergencia: vía intraósea; tratamiento inicial y avanzado de la vía respiratoria y shock; arritmias cardíacas: reconocimiento y manejo inicial; y farmacología del paro cardiorrespiratorio.
Durante las clases, de carácter teórico-prácticas, que concluyeron con un examen final, los participantes pudieron aplicar mediante la ayuda de muñecos y otros elementos, la simulación médica en reanimación cardiopulmonar, con el fin de afianzar los conocimientos para la detección temprana, evaluación y manejo de emergencias que en pediatría pueden ser potencialmente mortales.
Respecto a la capacitación, la responsable del Departamento de Docencia e Investigación del Hospital de la Madre y el Niño, la doctora Soledad Alegre, valoró como “una instancia fundamental”, considerando que “permite el entrenamiento en RCP de los pediatras que diariamente atiende a las niñas, niños y adolescentes”.
Explicó que la práctica que brinda este curso “tan prestigioso a nivel nacional”, más el adiestramiento en los conocimientos ya adquiridos y la incorporación constante y permanente de nuevos saberes, por medio de las distintas capacitacionesque viene haciendo el equipo de salud de ese nosocomio “permiten aumentar la tasa de supervivencia después de un paro cardiaco, trabajando siempre en el marco de laexcelencia y de la calidad de atención a los pacientes que se intervienenen las distintas situaciones de emergencia”.