Con excelentes resultados en cuanto a los tiempos de respuesta estimados para la asistencia.
Desde la Dirección del Sistema Provincial de Emergencias y Catástrofes (SIPEC) se informó que un equipo de profesionales y agentes, dotado de móviles de ambulancias completamente equipados para la asistencia y el traslado de pacientes, participó de en un simulacro de accidente aéreo, llevado a cabo en el Aeropuerto Internacional “El Pucú”.
En esta ocasión, se trató de un entrenamiento que tuvo como propósito seguir afianzando la capacidad de asistencia, ante un eventual accidente aéreo “que por cierto, de acuerdo a las evaluaciones realizadas arrojó resultados altamente positivos”, valoró el director del SIPEC,el doctor Daniel Figueroa.
El accionar tuvo como escenario la pista de cabecera del mencionado Aeropuerto y se realizó en conjunto con la Dirección de Aeronáutica y las instituciones que están dentro del Aeropuerto El Pucú, como la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), bomberos y agentes de Sanidad del aeropuerto.
“En esta oportunidad, se simuló que un avión tenía un inconveniente, lo cual es informado desde el vuelo, al tiempo que también comunica que debía hacer un aterrizaje forzoso. A partir de eso, se dispararon las alarmas del aeropuerto y se comunicaron con la línea telefónica 107 para solicitar la presencia de la ambulancia y el equipo de salud de emergencias”, describió Figueroa acerca del simulacro.
Sobre eso, destacó que el objetivo “fue evaluar nuestros tiempos para llegar justo al presunto momento del aterrizaje de la aeronave y la verdad, los tiempos de respuesta fueron muy positivos sobre una evaluación real, ya que estuvo por debajo del tiempo promedio esperado”.
En ese sentido, amplió “llegamos exactos al tiempo de aterrizaje. Las alarmas sonaron cuando el avión estaba a 10 minutos de aterrizar y las ambulancias llegaron aproximadamente a los 9 minutos. Por lo tanto, llegamos antes que el avión aterrice”.
El responsable del SIPEC aseguró que la experiencia “fue muy enriquecedora y útil, sobre todo, para controlar los tiempos de llegada y de respuesta, ante un siniestro aéreo que eventualmente puede suceder y para el cual debemos estar lo mejor preparados posible”.
“Para eso nos capacitamos constantemente, teniendo siempre presente que el desafío es seguir aprendiendo, incorporando conocimientos y adiestrándonos en las prácticas, para poder optimizar nuestro servicio y así poder dar la mejor asistencia, en el menor tiempo posible”, sostuvo en el cierre.